El Palquillo

Imágenes para el recuerdo: cuando La Candelaria se refugió en la Capilla de la Universidad

La cofradía regresó a San Nicolás en la tarde de Resurrección

Indagando y buceando, nuevamente, por los archivos audiovisuales caseros -intactos desde hace casi treinta años- seguimos descubriendo instantáneas que verdaderamente valen su peso en oro por todo cuanto enseñan y recogen. Digitalizando una de las cintas de mi padre aparece, inesperadamente, un plano que, de primeras, es en absoluto habitual, totalmente ajeno a nuestra concepción del Martes Santo sevillano. 

Estamos en la Capilla de la Universidad, en el Rectorado de la calle San Fernando, justo en la puerta por la que salen y entran los pasos de Los Estudiantes tanto el Lunes Santo por la tarde como en la madrugada ya del Miércoles una vez finalizada la estación de penitencia. No cabe un alfiler. Es quince de abril, Domingo de Pascua. En uno de los laterales de la capilla se alza, verdoso y cascabelero, el paso de palio de la Virgen de la Candelaria, primera sorpresa de la grabación. Al fondo, el Cristo de la Buena Muerte, que continúa en la soledad de la cruz habiendo ya resucitado al cielo de todos los tiempos. 

La cofradía de la Candelaria regresa, en la tarde de este Domingo de Resurrección, a su iglesia de San Nicolás. La noche del Martes Santo, cuando buscaba los Jardines de Murillo en su itinerario de vuelta y estando ya recogida la cofradía de los Estudiantes, un aguacero sobrevino en este punto de la ciudad. Antonio Gutiérrez de la Peña, ex hermano mayor de la cofradía universitaria, explica que se tomó la decisión de ofrecer refugio a los pasos dado que se encontraba "ilocalizable en esos momentos el rector de la capilla y director espiritual de la Hermandad", que expresó su malestar en Cabildo de Oficiales el 4 de mayo por no habérsele comunicado la decisión...

Pero el carácter anecdótico del asunto no se detiene aquí. Se daba la circunstancia que el Lunes Santo anterior, la hermandad de Santa Genoveva también había buscado refugio en la capilla, encontrándose todavía en la misma cuando la del Tiro de Línea se guareció en esta capilla, por lo que confluyeron en ella, además de los dos pasos de nuestra Hermandad, los de las otras dos cofradías hasta que Jesús Cautivo y la Virgen de las Mercedes regresaron a su templo. 

A lo largo de la historia otras cofradías como el Cerro también se refugiaron en esta capilla, y San Benito y San Isidoro hicieron lo propio cuando la cofradía de los Estudiantes aún residía en la Anunciación. Unas imágenes que, treinta años después, ven la luz con todo lujo de detalles. Sonaba Hermanos costaleros. Claveles y bajas candelerías. Tocados con otro aire. Definitivamente, otros tiempos

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