El puesto de inciensos que perfumaba desde hace más de dos décadas la céntrica calle Córdoba, ha vuelto a instalarse este miércoles tras la notificación favorable por parte del Ayuntamiento de Sevilla. Antonio Muñoz Martínez, delegado del Área de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo, ha sido quien se ha puesto en contacto con Adolfo Fiances, gerente de la empresa, para resolver la situación.

La casa Fiances lleva desde 1992 dedicada al negocio del incienso, y desde el año 2000 comenzaron a colocar un puesto portátil en la calle Córdoba, junto al acceso al patio de los naranjos de la Iglesia del Salvador. Un informe policial impidió al actual gerente renovar la licencia hace unos años, aunque "tras revisarlo recientemente ha resultado favorable", afirma Adolfo a Diario de Sevilla. "Espero que podamos estar muchos años más y que dentro de un tiempo no nos quiten; nos han dado la palabra".

Los clientes están "encantados" y hoy han asistido al puesto para dar la enhorabuena. Se trata de un negocio familiar, iniciado por los progenitores de los actuales propietarios. "Seguro que nuestros padres, allá donde estén, están muy contentos". Adolfo Fiances padre fue el creador del incienso Cristo de Burgos, muchas veces imitado "pero el original es el que vendemos nosotros", asegura Adolfo; así como los incensarios inspirados en las chimeneas de la cartuja, cocidos en los hornos de la calle Alfarería desde hace más de 20 años.

La saga continúa, con el puesto de la calle Córdoba, el pequeño local de la Plaza de Jesús de la Pasión y ahora con una nueva tienda online inciensosafiances.es. "Nos compra gente de Sevilla y de toda España, con cerca de 30 envíos diarios. Ya en la cuarentena nos compró muchísima gente, y nos sorprende que algo tradicional se venda tan bien por internet".