Madrugada en Sevilla: Un gran susto, una reina emérita y un atracón de nazarenos
La explosión de dos arquetas eléctricas en la calle Relator provoca una carrera al paso de la Macarena
El gran número de nazarenos deja un importante retraso en la Campana
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Una deflagración en un registro eléctrico de suelo por acumulación de gases tras la combustión de cableado en la calle Relator provocó momentos de tensión cuando la Macarena discurría por esta zona camino de la Campana. Ha sido la única incidencia de una Madrugada en la que, si no hubiera sido por esto, estaríamos sólo hablando de la presencia de la reina emérita y del atracón de nazarenos que condujo a importes retrasos. Se ha comprado que las costuras no es que no den ya más de sí, es que no existen ya. Mucho hay que debatir y pensar, dejando a un lado los prejuicios, para buscar una solución que sirva a medio plazo.
Pero esta crónica debe empezar por lo que ocurrió a las 2:50. A esa hora el cortejo del Señor de la Sentencia se encontraba en la Alameda de Hércules. Un gran estruendo hizo que se desatara el pánico. Fueron pocos segundos, pero hubo carreras del público y los nazarenos. Afortunadamente, las experiencias anteriores han calado y todo el mundo supo cómo comportarse. Se recompusieron las filas. La Policía llamó a la calma y no fue a más.
Rápidamente, se supo que el causante de ese ruido, siempre es el ruido el detonante de las carreras, como demostraron hace unos años los estudios, había sido dos explosiones en dos arquetas en la calle Relator. La incidencia ha provocado que la Hermandad de la Macarena haya tenido que alterar de manera importante su recorrido de vuelta a la basílica evitando, precisamente, la calle Relator, pero también Parras o Escoberos, vías que son santo y seña de la Macarena. En su lugar, el cortejo llegará a su casa directamente por Feria y la Resolana.
La Madrugada estuvo marcada también por el exceso de nazarenos. Bendito número pero problemático. Quizás el retraso se empezó a acumular desde la salida de la Macarena. La hermandad contaba este año con nada más y nada menos que 4.300 nazarenos. Este hecho provocó que la misma formación de la cofradía fuera compleja. Costó mucho sacar al cortejo, ponerlo en la calle. Y eso que desde prácticamente la salida ya iba de a tres o de a cuatro. El esfuerzo de la corporación es ímprobo, pero las leyes de la física son inquebrantables. La Virgen de la Esperanza salió de la basílica más tarde que otros años, a las 2:10. Pese a ello, en la Campana, la hermandad sólo dejó 4 minutos que se sumaron a los 18 que dejó el Gran Poder.
Sin ser todavía pescadilla, porque el pez no se muerde la cola como pasó en la Madrugada de 1966, que deparó el cambio de recorrido del Gran Poder, el retraso en la carrera oficial tiene otras consecuencias. Con el Calvario a la espera de pedir la venia, la Esperanza de Triana sufrió un parón importante entre Velázquez, donde estaba la cruz, y Zaragoza, donde se encontraba el paso de palio de la Esperanza. La cofradía trianera tomó este recorrido hace dos años para no tener que comprimirse en exceso y evitar un parón histórico. Pero ayer, con más metros, lo volvieron a experimentar. Son las leyes de la física, repetimos.
La Esperanza de Triana cumplió su parte y dejó libre el cruce de Zaragoza con San Pablo al Gran Poder a la hora establecida. El problema es que la cofradía de San Lorenzo, que vuela en su regreso, estaba allí plantada desde 20 minutos antes. "A la espera de que el cortejo de la Hermandad de la Esperanza de Triana entre completamente en calle Zaragoza, la cofradía avanza lentamente", publicaba el Gran Poder en su cuenta de X.
Es palmario que la corporación de San Lorenzo está muy incómoda en esta situación. Y eso que en esta ocasión sí pudo cruzar con celeridad, no como hace dos años. Pero ya no es sólo el rodeo para volver a su templo, la velocidad del cortejo se resiente de manera considerable. El retraso registrado en la Campana también provocó un parón en el regreso del Silencio, otra hermandad que vuela, a San Antonio Abad. Finalmente, el retraso acumulado en el inicio de la carrera oficial se cerró en 60 minutos distribuidos de la siguiente forma: El Silencio (-2), el Gran Poder (+18), la Macarena (+4), el Calvario (+9), la Esperanza de Triana (+19) y los Gitanos (+12).
Programa exprés de la reina emérita
Se anunciaba en la previa y se cumplió. La reina doña Sofía volvió a Sevilla para vivir una nueva Madrugada. Ya lo hizo en 1984 con el rey Juan Carlos, las infantas y el entonces príncipe de Asturias. Acompañada por el presidente del Consejo, Francisco Vélez, la reina acudió el Jueves por la tarde a la salida de la Quinta Angustia. Acudió a la capilla de los Marineros a ver los pasos de la Esperanza de Triana, y al Santuario de los Gitanos, donde se encontró con los armaos. Luego contempló la salida de la Macarena, pero no desde el balcón. Entre el cortejo, la reina se fue interesando por todos los detalles y realizó la primera llamada al palio. Luego, acudió a la Campana para ver la cofradía del Gran Poder. También fue a la calle Orfila para ver desde la capilla de San Andrés el regreso del Silencio. Ahí queda la cosa.
Por lo demás, ha sido una Madrugada de temperaturas agradables. Con público, pero sin grandes apreturas. Como ha sucedido en días anteriores, ha sido relativamente fácil moverse de un sitio a otro.
En esta Madrugada también hay que agradecerle a la Hermandad de los Gitanos el excelente repertorio de saetas que ha desplegado. A pie de calle. Con sentimiento y por derecho. Cante de verdad.
A esta hora de la mañana las cofradías de capa ya van de regreso a sus barrios, donde se volverán a vivir momentos de júbilo y gran fervor.
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