El manto de la coronación de la Macarena llega al IAPH para su restauración
Patrimonio
Los trabajos durarán 14 meses sobre una pieza bordada por Esperanza Elena Caro y diseñada por Fernando Marmolejo
Una obra que cumple 56 años. Los mismos de la coronación de la Esperanza Macarena. El manto que estrenó (sin concluir) para aquella ocasión se encuentra ahora en el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH), servicio dependiente de la Consejería de Cultura y Patrimonio. Esta pieza (una de las mejores del arte cofradiero del siglo XX) salió del taller de Esperanza Elena Caro en mayo de 1964. Su diseño es obra de Fernando Marmolejo. A partir de ahora, y durante 14 meses, será sometida a labores de limpieza y conservación que permitan que siga manteniendo su principal función: cubrir a la Virgen de la Esperanza en el paso y los besamanos.
El depósito del manto ha tenido lugar este viernes. Un acto al que han asistido, entre otros, la consejera de Cultura y Patrimonio, Patricia del Pozo; el director del IAPH, Juan José Primo; y el hermano mayor de la Macarena, José Antonio Fernández Cabrero.
Sobre una amplia mesa se encontraba una de las que puede considerarse obra cumbre del bordado sevillano. A lo lejos, parece un tapiz de oro. De cerca, llama la atención la cantidad de matices y diferentes puntadas usadas en su ejecución. Una auténtica virguería que ha sido acogida con toda satisfacción por el instituto. La consejera lo ha confirmado: "Estamos muy contentos de recibir esta joya". Un proyecto que coincide con una fecha redonda. La del 30 aniversario del IAPH.
Durante tres décadas este departamento de la Junta de Andalucía ha alcanzado "prestigio internacional" en todas sus disciplinas. Una de ellas es la de los tejidos, de la que forma parte Lourdes Fernández González, a quien compete el proyecto del manto macareno. Esta especialista ha detallado minuciosamente las diversas fases que se seguirán los próximos meses. En este sentido, debe tenerse en cuenta que no se trata de un restauración al uso ni de sustitución del soporte -como sí se hizo con los otros dos mantos procesionales-, sino de una limpieza y conservación del conjunto.
Para ello, en primer lugar, se llevará a cabo una "exhaustiva documentación" de las piezas para valorar su estado. En este trabajo se contará con el servicio del laboratorio fotográfico del IAPH. Después se procederá a tomar muestras para analizarlas y conocer el nivel de conservación de los elementos estructurales del manto. Se continuará con el proceso de aspirado y, posteriormente, con la limpieza, bastante intensa en la zona que cubren los candelabros de cola, al ser la que más depósitos de cera concentra.
"Hay que devolverle la luminosidad original", refiere Fernández González, que recuerda, junto a Carlos Peñuela, conservador del patrimonio de bienes muebles de la Macarena, que una de las peculiaridades que hacen singular este manto -además de su formidable ejecución y su diseño, que tanto relación guarda con la orfebrería de Marmolejo- son los hilos de oro colocados sobre el terciopelo verde a modo de tramas. "Se dispuso así porque antes de estrenarse el verde resultaba demasiado oscuro en comparación con el de los otros dos mantos, al añadirle este elemento se daba mayor claridad y luz", explica Peñuela. Lo único que, en principio, se le sustituirá será el forro de moaré por otro más resistente.
Todo este proceso se realizará siguiendo una metodología científica, bajos los criterios recogidos en la Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía y en las cartas y documentos internacionales de restauración. Debe recordarse que dentro de las líneas de trabajo del taller de tejidos del IAPH se encuentran las investigaciones que se desarrollan para dar respuesta a determinadas patologías en obras textiles. El objetivo es lograr nuevas técnicas y la adaptación de otras, ya conocidas, así como de productos y tratamientos innovadores, que podrán aplicarse en bienes con tales características.
El hermano mayor de la Macarena, por su parte, ha recordado que esta conservación es uno de los principales proyectos patrimoniales de la corporación en su 425 aniversario fundacional, que se conmemora este año. Fernández Cabrero ha agradecido al IAPH el servicio que presta a las hermandades, un ahorro que permite destinar más recursos a las personas necesitadas y, sobre todo, a los más perjudicados por la crisis del Covid.
Con toda probabilidad, el manto de la coronación sea el que luzca la Virgen de la Esperanza cuando, recobrada la normalidad de siempre, vuelve a pisar las calles de Sevilla.
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