El manto "Esperanza Nuestra" y los bordados del palio rojo de Ojeda para la Macarena

Desde este pasado miércoles, y hasta que más o menos finalice el verano, la Esperanza Macarena luce el manto conocido como "Esperanza Nuestra", que fue bordado en 1962 por José Guillermo Carrasquilla Perea aprovechando algunos bordados que, en su día, pertenecieron a piezas independientes, como los de Victoria Caro de 1942 o los del famoso palio rojo de 1907, obra de Juan Manuel Rodríguez Ojeda. Esta estampa visual, que suele ser habitual en este tiempo, nos invita de nuevo a viajar al pasado. Concretamente, a una época en la que se estaba materializando una de las revoluciones estéticas más significativas de la Semana Santa de Sevilla.

La Macarena no se entendería, es conocido, sin la figura de Juan Manuel Rodríguez Ojeda, artífice en buena medida de la Semana Santa que hoy contemplamos a nivel artístico. Precisamente el adjetivo juanmanuelino nace con el estreno de aquel célebre palio rojo, puesto que inauguró un nuevo modo de diseñar los pasos de palio. Hasta el momento, Ojeda permanecía bajo la influencia de un estilo más sobrio, decimonónico: buena cuenta de ello era la realización del palio negro, hoy en la Hermandad de la Estrella, en el que aún se observan retazos y formas románticas propias de las Antúnez o Eloísa Ribera. Aún no había desplegado este artista -mayordomo de la hermandad desde finales del XIX- toda su creatividad artística. Sin embargo, con la ejecución de las caídas y el techo de palio rojo cambió por completo el rumbo estético de la Semana Santa, por su madurez regionalista y su trazo absolutamente contemporáneo. Era una Sevilla que se abría al nuevo siglo y a un nuevo tiempo.

Sin embargo, por una serie de circunstancias, se decide "descomponer" y desmontar todos los bordados de este paso de palio para que fueran empleados y utilizados en otro tipo de enseres, como sayas u otros mantos, como es el caso que nos ocupa. En el año 1941 se encarga a Victoria Caro la realización de un nuevo paso de palio que siguiera los diseños del rojo, pero el resultado no convenció y finalmente, bajo la dirección de Elena Caro y el diseño de Ignacio Gómez Millán, la Macarena estrena su actual paso de palio para su coronación canónica en 1964.

Sea como fuere, es esta una ocasión sensacional para comprender, aunque sea de manera casi imaginada y soñada, el contexto de una época efervescente donde la Macarena jugó un papel fundamental y se convirtió en la abanderada de la Semana Santa visual que, aún en nuestros días, provoca inspiración y semejanza.