Manuel Font de Anta, una Sevilla y las dos Españas
Contrapunto
Jueves Santo. El coautor con su hermano José de la marcha ‘Amarguras’ muere asesinado en Madrid el mismo 20 de noviembre de 1936 que es fusilado José Antonio en la cárcel de Alicante y fallece Durruti en el Hotel Ritz

La calle Manuel Font de Anta une Jesús del Gran Poder y la trasera de la iglesia de San Lorenzo. Es una misma calle que cambia cinco veces de nombre: Manuel Font de Anta, Hernán Cortés, Alcoy, Marqués de la Mina, Curtidurías. Detrás del primero de esos nombres hay una historia apasionante. Una metáfora de la historia de este país. Un palimpsesto de lo que Goya dibujó en muchos de sus aguafuertes. A Manuel Font de Anta, hermano, hijo y nieto de excelentes músicos, lo matan en Madrid en plena guerra civil unos brigadistas republicanos que en realidad buscaban a su hijo, Juan Font Torró, que se había afiliado al SEU (Sindicato Español Universitario, de obediencia falangista afín al ideario de José Antonio Primo de Rivera). En el entierro del dirigente anarquista Buenaventura Durruti en el cementerio de Montjuic una orquesta interpretó la marcha ‘Amarguras’, compuesta en 1919 por el pianista Manuel Font de Anta con la colaboración de su hermano José.
Manuel Font de Anta (1895-1936), José Antonio Primo de Rivera (1903-1936) y Buenaventura Durruti (1896-1936) mueren el mismo día, el 20 de noviembre de 1936. El músico, en la tapia de un cementerio. El abogado fundador de Falange, fusilado en la cárcel de Alicante. El anarquista leonés, en el Hotel Ritz, convertido en hospital de sangre al que lo llevaron herido de la batalla de la Ciudad Universitaria de Madrid en la que combatía la Columna Durruti, que el 24 de julio de 1936 había partido de Barcelona para ganarle terreno a los militares sublevados seis días antes en el norte de África.
Los Font de Anta son una versión musical de los hermanos Álvarez Quintero en teatro o los hermanos Machado en poesía. De su estirpe da buena cuenta Manuel Carmona Rodríguez en el libro ‘Un siglo de música procesional en Sevilla y Andalucía’. José Font Marimón, el abuelo, nace en Lladó (Gerona) en 1839. Con 14 años ingresa en el Regimiento Soria 9, al que pertenecerá durante 45 años. En 1895, año en el que nace su nieto Manuel, el abuelo escribe ‘La Quinta Angustia’, considerada la primera marcha procesional para la Semana Santa de Sevilla. Hasta entonces, según Carmona, en los desfiles procesionales se interpretaban marchas fúnebres adaptadas de obras clásicas de Wagner, Schumann o Chopin.
El año 1895 que nace Manuel Font de Anta, su padre, Manuel Font Fernández de la Herrán, hijo de Font Miramón, se convierte en director de la Banda de Asilo de Mendicidad de San Fernando, precedente de la actual Banda Municipal. Un Conservatorio oficioso en el que estudiarán Manuel López Farfán, autor de la marcha ‘Pasan los campanilleros’ y de ‘La Estrella Sublime’, de la que este año se conmemora el centenario; Vicente Gómez-Zarzuela, que en 1898 compone ‘Virgen del Valle’, la segunda de las marchas cofradieras más antiguas que se conservan; y el afamado músico Joaquín Turina, vecino del poeta Luis Cernuda.
Tanto Font de Anta como Durruti y Primo de Rivera son por edad miembros de la generación del 27. Durruti nace dos años antes que Lorca; José Antonio, un año después de Alberti y Cernuda. Sus orígenes familiares eran diferentes al del músico. El padre de Durruti era un ferroviario leonés que incorporó a su hijo como mecánico ajustador a la empresa Ferrocarriles del Norte, donde conoce el estallido de la revolución de 1917. José Antonio es uno de los hijos del dictador Miguel Primo de Rivera, jerezano, que gobernó el país entre 1923 y 1930. Un leonés y un jerezano, padres de dos personajes icónicos de las dos Españas muertos en réquiem simultáneo el mismo día que Manuel Font de Anta.
Los dos tuvieron sus episodios sevillanos. Buenaventura Durruti es detenido en Sevilla el 2 de abril de 1933, único año del siglo XX sin procesiones en las calles. Vino a un congreso regional de la CNT y fue hecho preso en la cárcel del Pópulo, actual mercado de Entradores del Arenal. En esta prisión tan unida a la Semana Santa de Sevilla recibió la visita del escritor Pío Baroja. Durante muchos años, la Avenida de la Constitución por la que procesionan las hermandades en su carrera oficial camino de la Catedral se llamó Avenida de José Antonio. El abogado que fundó Falange el 29 de octubre de 1933 (el mismo año que detienen a Durruti), participó el 22 de diciembre de 1935 en un mitin en el Frontón Betis de Sevilla al que acudieron casi cinco mil personas.
Estos personajes que por nacimiento eran de la generación del 27 tuvieron una distinta relación con la generación del 98. Durruti recibe en Sevilla la visita de Baroja y dicen los biógrafos de Unamuno que su presencia en un mitin de José Antonio en Salamanca lo descartó para la candidatura al Nobel de Literatura en 1935, año que quedó desierto. Tampoco jugó a su favor su escaso dominio del inglés. Dominaba mejor el alemán por devoción a sus filósofos y el danés, que aprendió para leer a Kierkegaard en su idioma.
De los tres fallecidos el 20-N de 1936, curiosamente el legado más imperecedero es el de Manuel Font de Anta. Su marcha ‘Amarguras’ se ha convertido en un himno oficioso de la Semana Santa de Sevilla. Ciento seis años después de haber sido compuesta, el pasado Domingo de Ramos la oíamos desde la calle Marco Sancho al paso de la Virgen de la hermandad de la Amargura por Conde de Torrejón en su salida de la iglesia de San Juan de la Palma. La Falange es hoy una opción residual y algo parecido se puede decir del anarquismo, salvo que siga vigente lo que escribía Julio Camba en 1911 (‘Viajando a la inglesa’) de que España “es una especie de anarquía inquisitorial”.
El nexo con Font de Anta no es lo único que une al fundador de Falange y al líder de la FAI (Federación Anarquista Ibérica) cuyos excesos y barbaridades retrata George Orwell en ‘Homenaje a Cataluña’. Paul Preston, en ‘El holocausto español’, cuenta que cuando un grupo de milicianos asaltan la Cárcel Modelo de Madrid, en el barrio de Argüelles, en agosto de 1936, asesinaron después de una pantomima judicial a una treintena de derechistas, entre ellos Fernando Primo de Rivera, hermano del fundador de Falange, y a cuatro izquierdistas que se habían pasado a dicho grupo: uno de ellos era Pedro Durruti, hermano del dirigente anarquista. Joan Maria Thomàs, en su biografía de José Antonio, dice que Falange imitó el mono azul y el grito ‘¡Presente!’ de los fascistas italianos y la bandera rojinegra del anarcosindicalismo, “considerado el sindicato más nacional frente al internacionalismo de los marxistas”. Rojo y Negro, como la novela de Stendhal y los colores del Ayamonte Club de Fútbol.
Además de marchas procesionales, Manuel Font de Anta compuso canciones para Raquel Meller, la Argentinita o Pastora Imperio, varias zarzuelas y un pasodoble titulado ‘La Plaza de España’ que se estrenó en la inauguración de este conjunto monumental de Aníbal González para la Exposición Iberoamericana de 1929 cuya puesta de largo contó con la presencia del padre de José Antonio Primo de Rivera. “Durruti, como buen anarquista, era ateo, pero ello no impedía que le gustara la música de la Semana Santa”, escribía en ‘Scherzo’, revista de música clásica, Eduardo Torrico, un periodista especializado en esa música y también en cubrir Eurocopas y Mundiales como reportero deportivo. “Mientras el féretro que contenía su cadáver era conducido hasta la fosa, un grupo de músicos interpretaba una marcha procesional. ¿Cuál? Pues ‘Amarguras’, claro”. Un gusto por la Semana Santa que compartía Pepe Díaz, el sevillano que en marzo de 1932 fue elegido secretario general del Partido Comunista, el antagonista natural de los anarquistas.
Triple réquiem para una triple muerte el 20 de noviembre de 1936. Mientras que el entierro de Durruti en Barcelona fue multitudinario y en él intervinieron el cónsul ruso y Lluis Companys, presidente de la Generalitat, el fusilamiento de José Antonio Primo de Rivera no se conoció oficialmente hasta 1938, un intento de Franco de que su carisma de héroe juvenil no eclipsara su incipiente caudillaje. Este 20-N es más reciente.
Sobre Durruti y José Antonio se han hecho ensayos, novelas (Pérez-Reverte, en ‘Falcó’, fabula con un plan para sacar de la cárcel al fundador de Falange) y películas. Pero ninguna alcanza la dimensión emocional de la marcha ‘Amarguras’, esa colaboración conjunta de Manuel y José Font de Anta, como ‘La Lola se va a los puertos’ de los hermanos Machado.
También te puede interesar
Lo último