La ciudad y los días
Carlos Colón
Montero, Sánchez y el “vecino” Ábalos
Viernes Santo agradable, sin lluvia, y con un escenario imaginado: todas las cofradías pudieron hacer su estación de penitencia. Así La Carretería, San Buenaventura, El Cachorro, La O, San Isidoro, Montserrat y la Sagrada Mortaja pudieron salir y hacer las delicias para todos los sevillanos echados a las calles en menor número, como es habitual en esta nómina después de La Madrugada.
La Carretería, La Soledad de San Buenaventura, El Cachorro, La O, San Isidoro, Montserrat y La Mortaja conforman una jornada indescifrable que combina estética, tradición y fervor religioso.
El Viernes Santo representa el punto culminante de la Semana Santa sevillana, configurándose como una jornada de belleza suprema e indescifrable sobre la que numerosos cronistas han dejado testimonio escrito. La perfecta armonía entre sus siete hermandades, iluminación, estética y público asistente convierte esta fecha en una experiencia cofrade de carácter idílico. ¿Qué hace tan especial este día en la capital hispalense? Todo parece encajar a la perfección en un conjunto catequético de extraordinario valor.
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