Procesiones de fin de semana y Policía Local

Policías locales en un evento del pasado fin de semana.
Policías locales en un evento del pasado fin de semana. / Juan Carlos Vázquez

27 de mayo 2025 - 13:04

Nadie discute que la ciudad de Sevilla es el epicentro de celebración de multitud de eventos al año, y la cifra sigue creciendo. Asunto este que lleva tiempo planteando la dificultad desde el Ayuntamiento para atender de forma adecuada a todos, especialmente con la Policía Local.

El alcalde José Luis Sanz ha manifestado la intención del gobierno local de imponer una tasa por eventos, pero dejando fuera de la misma a las cofradías. Algo que no entiendo, sabedor de las críticas que recibiré por esta opinión. Las cofradías con sus salidas extraordinarias o las hermandades de Gloria y las numerosas Cruces de Mayo -impulsadas precisamente por muchas cofradías- son una parte importante del colapso de los fines de semana y la falta de Policía Local. Pienso que los servicios municipales para las hermandades y cofradías deben contar en los presupuestos del Ayuntamiento solo a efectos de Fiesta Mayor de la ciudad, lo que equivale a decir que solo en Semana Santa en el caso de las hermandades. Pues bien, hasta en Semana Santa la falta de policías provoca el pago de numerosas productividades para los agentes.

Con todos los respetos para las hermandades de Gloria y organizadores de Cruces de Mayo deben ser ellas las que comiencen por una auto-regulación en cuanto a la ocupación de la vía pública.

Quisiera ir más allá con una propuesta que para algunos puede resultar descabellada pero que sinceramente considero que podría paliar parte del problema de la Policía Local mientras se consigue aumentar la plantilla de forma considerable, algo que siendo realistas no es a corto plazo dada la complejidad administrativa que tienen unas oposiciones de este tipo y las necesidades presupuestarias que acarrea.

Mi propuesta consiste en dar más protagonismo a la Agrupación de Voluntarios de Protección Civil para que puedan colaborar con cortes parciales de calles y otros menesteres que realizan los agentes locales. Es más, pienso que desde las propias hermandades podrían contribuir con personas que debidamente formadas se integren en este voluntariado. Está claro que por Ley la autoridad la ejerce la Policía, pero con este sistema que propongo bastaría un agente por procesión de Gloria y el resto voluntarios, evitando que, hasta seis policías locales, como he visto en alguna procesión estén varias horas dedicados a una hermandad de Gloria que lleva más músicos que hermanos con cirio.

Creo que con esta posibilidad se puede contribuir entre todos a un mejor desarrollo de los eventos –al menos los de carácter religioso- sin olvidar la necesaria implicación del Cuerpo Nacional de Policía, que tiene agentes suficientes para de forma coordinada con la Policía Local la ciudad no acabe percibiendo una desatención que no se puede ni debe permitir.

Sé por experiencia propia que las Hermandades siempre están dispuestas a colaborar con el Ayuntamiento y ningún político sea del color político que sea debe temer a la hora de tomar alguna decisión que les afecte por miedo al voto futuro. La ciudad no son solo las Hermandades a pesar de la importantísima labor que realizan desde hace siglos. Y Gobernar es tomar decisiones que beneficien a la inmensa mayoría de los ciudadanos.

Permítame el lector una anécdota que corrobora el sentido de colaboración de las cofradías. En mi etapa de director de Fiestas Mayores se planteó por distintas áreas municipales el problema grave que se provocaba por la escasez de vallas para dotar de forma adecuada algunas salidas y entradas de hermandades además de otros puntos considerados de riesgo por el Cecop. La decisión fue enviar una carta a todas indicándoles las vallas que se les cedían para eso año, el coste de cada valla para las arcas municipales y la obligatoriedad de devolverlas tras la Semana Santa. Si no fuera así el Ayuntamiento pasaría factura por las que no entregaran.

Las hermandades en ningún momento se enfrentaron al gobierno local y al término de la Semana Santa todas devolvieron las vallas prestadas. Por cierto, algunas entregaron más vallas de las que les habíamos dejado. Estoy seguro que eran de otros años. A esa responsabilidad de entonces entre Ayuntamiento y hermandades apelo con mi humilde propuesta.

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