Preludio de una coronación

Los actos están dentro del I Encuentro de Hermandades penitenciales del Rocío y está dentro del “camino a la coronación” del próximo 5 de julio emprendido por la hermanda del Lunes Santo

Procesión de regreso de la Virgen del Rocío a la iglesia de Santiago tras la misa en Los Gitanos / José Luis Montero
R. R.

01 de febrero 2025 - 22:05

La Virgen del Rocío vivió durante todo el sábado una jornada que a muchos les supo a adelanto de 5 de julio, día en que la dolorosa de la calle Santiago será coronada canónicamente. Los vecinos sabían que la Virgen iban a pasar por su puerta y que no podían dejar de bajar las escaleras para atenderla, por mucho que duelan las piernas o hiciera frío.

El rezo del rosario acompañó a la dolorosa en su camino hasta el Santuario de los Gitanos donde se celebró la misa estacional del I Encuentro de Hermandades de Penitencia del Rocío, pero antes el cortejo visitó la capilla de los Ángeles y la iglesia de San Roque, donde los hermanos y vecinos de Los Negritos, la Virgen de la Sierra y la hermandad de San Roque, rezaron ante la titular de la hermandad de la Redención.

Para esta ocasión, la Virgen del Rocío fue sobre el paso procesional de la patrona de Villaverde del Río, la Virgen de Aguas Santas. Una imagen diferente de la dolorosa que ha permitido a los sevillanos tenerla más cerca y poderla mirar cara a cara. La dolorosa llevaba un nuevo manto de vistas o de camarín, que ha sido confeccionado por el taller de bordados de la hermandad, dirigido por Enrique Bendala. Un manto de terciopelo morado para el que se han aprovechado piezas de bordado realizadas por Esperanza Elena Caro procedentes de la crestería del palio.

La diadema que llevaba ha sido diseñada y realizada por el orfebre cordobés Jesús de Julián y ha sido donada por un hermano.

Tras la misa estacional en el Santuario de los Gitanos, se ha celebrado una jornada de convivencia entre los participantes en el encuentro de hermandades penitenciales del Rocío y sobre las cinco de la tarde, la Virgen emprendió el camino de regreso a la iglesia de Santiago. Durante el recorrido estuvo acompañada por la música de coros rocieros y por el tamboril de Gustavo Pedrero, el tamborilero de la Línea de la Concepción que es todo un virtuoso de este instrumento, además de ser el compositor de la sinfonía de la coronación de la Virgen. Pedrero lleva 40 años acompañando a las hermandades del Rocío.

En el camino de regreso, la dolorosa del Lunes Santo continuó visitando templos donde fue recibida por las hermandades que tienen en ellos sus sedes. Uno de los momentos más entrañables fue en el encuentro con las hermanas del convento de Santa Isabel, que recibieron a María Santísima del Rocío esperándola en la puerta de su casa. Los Servitas, por donde más tarde pasó el Cristo de la Buena Muerte de la Hiniesta en su Via Crucis anual, Los Terceros o Santa Catalina, donde la dolorosa del Beso de Judas no entraba desde 1980, también recibieron a la Virgen durante su traslado de vuelta a la iglesia de Santiago, donde llegó pasadas las nueve de la noche.

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