La primera Pastora de Sevilla ya está coronada

La primera Pastora de Sevilla, la que pensó fray Isidoro, ya está coronada. Ha recibido tal reconocimiento este sábado 27 de septiembre de manos del arzobispo monseñor José Ángel Saiz Meneses, quien le ha colocado la presea a las 19:42, después de pronunciar una homilía en la que ha insistido en la necesidad de que la coronación tenga continuidad en la misión evangelizadora de la hermandad de la que esta sagrada imagen es titular. Una coronación apadrinada por Carlos Melero, teniente general jefe de la Fuerza Terrestre (Futer); y Patricia del Pozo, consejera de Cultura y Patrimonio de la Junta de Andalucía, quien ha acudido vistiendo la clásica mantilla negra. La misa estacional ha sido concelebrada por el cardenal Baltazar Porras, arzobispo emérito de Caracas, y ha contado con un importante número de asistentes venezolanos, país que profesa gran devoción a la Divina Pastora.

Sevilla ya tiene a su primitiva Pastora coronada, la que hace más de tres siglos regaló un nuevo título a la Iglesia universal. La presea, obra de Orfebrería Andaluza, le ha sido colocada en una ceremonia religiosa muy cuidada y con un escenario distinto al habitual, fuera de la Catedral, en la Plaza del Triunfo y bajo el monumento a la Inmaculada Concepción, donde soñó este momento el historiador y gran divulgador pastoreño Juan Martínez Alcalde.

Con la muralla del Alcázar a un lado y el templo metropolitano a otro, los primitivos pastoreños han vivido el que es ya uno de los grandes hitos en su larga historia. Sobre su paso, restaurado por Sheila Criado, y con el nuevo manto rojo bordado por las Hermanas Rama, así ha recibido la Divina Pastora la corona de manos del arzobispo, después de que los padrinos la depositaran a sus plantas. Tanto Carlos Melero como Patricia del Pozo han compartido momentos previos a la coronación en la Catedral, donde han podido contemplar de cerca la corona. Lo han hecho en compañía del arzobispo y del hermano mayor de la corporación letífica, Andrés Martín, responsable en gran medida de este logro. En el instante en el que esta presea le ha sido colocada en las sienes, han repicado las campanas de la cercana Giralda y han sonado los acordes de la Marcha Real, entre los clásicos vítores de los primitivos pastoreños.

Todo ello tras una homilía en la que el prelado ha subrayado que la coronación de una imagen mariana supone "la culminación litúrgica" de un culto ya existente y prolongado. "Que esta coronación no quede en el esplendor de un solo momento, en la memoria del Iphone, sino que se convierta en un motivo más para confiar en nuestra Madre del cielo", ha expresado monseñor Saiz Meneses.

"Hay que crecer en la confianza filial de Dios y María", ha enfatizado el arzobispo, que ha advertido que en estos tiempos de "incertidumbre" se hace demasiadas veces más consciencia de los problemas que de tal confianza divina. Palabras seguidas de la sugerencia de recuperar el rezo del rosario en familia, como ya aconsejó hace escasos días el papa León XIV, en vísperas de octubre, el mes dedicado a esta oración mariana.

El acompañamiento musical ha otorgado gran solemnidad a la misa estacional. Un aspecto especialmente cuidado y que ha venido precedido de semanas de ensayos. Ha corrido a cargo de la Orquesta Barroca de Cádiz y del Coro Barroco de esta ciudad andaluza, dirigidos por el cofrade gaditano Jaime Calderón. Ambas formaciones han interpretado la Misa In Coronatione Reginae. Un momento destacable lo ha protagonizado la cantante Erika Leiva, quien ha cantado la plegaria Pastora, nombre de Amor, que cuenta con música de Claudio Gómez Calado y letra del incombustible y muy pastoreño Francisco Javier Segura Márquez. Entre las personalidades a destacar, cabe señalar la presencia del diputado nacional Rafael Belmonte, quien ha leído la segunda de las lecturas.

Entre quienes han asistido al ceremonial no han faltado hermanas y devotas vestidas con la mantilla negra, un clásico en este tipo de actos religiosos. Tras la misa, la Divina Pastora ha abandonado la Plaza del Triunfo y en una procesión de corta duración, acompañada por la banda de música de Coria del Río, ha regresado a la Catedral, de donde volverá este domingo a su capilla de la calle Amparo. El pequeño templo donde hace más de 30 años comenzó una nueva época de esplendor refrendada con su coronación. El sueño de los primitivos pastoreños, hecho realidad. Deuda histórica saldada.