Jornada de “reflexión” para la inmensa mayoría de las formaciones musicales, que en esta semana han puesto el broche de oro a una intensa Cuaresma de ensayos, conciertos y compromisos profesionales. Todo está dispuesto: los instrumentos afinados, las partituras encuadernadas, los estrenos aprendidos y los uniformes suspendidos en los roperos. 

Es la calma tensa que precede a la tempestad: de aquí a unas horas nada será igual y las bandas de música volverán a ser el complemento esencial para impulsar las emociones y dotar a nuestra Semana Santa de elevadísimas cotas de sonoridad constantemente perfeccionada. 

Irene dirigió su primer ensayo el 10 de enero

Desde que asumió su primer ensayo el día 10 de enero, Irene Gómez-Calado (La Puebla del Río, 1988) le ha tomado el pulso perfectamente a la banda de la Oliva de Salteras, formación que actualmente dirige. En apenas dos meses y medio, la cigarrera no solo ha mantenido la altura musical de esta banda centenaria, sino que ha potenciado su sonoridad a través de sus amplios conocimientos musicales: estudió en la Sorbona parisina y dirigió en Alemania, Portugal y otros enclaves internacionales. 

De ahí su intención de materializar un paso más en el género de las marchas procesionales. Afirma, sin temor, que las bandas de música cuentan con valía suficiente para traspasar la frontera de lo local y lo concreto, y que entre sus proyectos está el llevar a la Oliva al extranjero. Un proyecto, nos cuenta, “en el que ya se está trabajando. No será de manera inminente y llevará tiempo organizarlo, pero espero que tenga su fruto”.

Su primer mes en la institución permaneció enfocado en la celebración de las Fiestas Patronales, en honor a la imagen que da nombre a la banda, la Oliva. “A mediados-finales del mes de febrero, y sobre todo el mes de marzo al completo, nos hemos dedicado a preparar intensamente la Cuaresma. Para mí ha sido y es una inmensa ilusión, conocía el repertorio pero hay mucha partitura nueva que me ha permitido conocer marchas fantásticas”. 

Estudió en la Sorbona de París y ha dirigido en varias orquestas

Para esta Semana Santa la banda cuenta con un estreno absoluto: La Esperanza de Astorga, de Claudio Gómez-Calado, dedicada a la dolorosa de la Trinidad, compuesta en 2020. Las partituras de esta composición ya se están compartiendo con otros compañeros y sonará en varios puntos de la ciudad. 

“En general, abrigo mucha ilusión y muchas ganas. Ha sido una Cuaresma muy bonita y plena, sobre todo con conciertos muy especiales como el de la Basílica del Cachorro o el de la Colegial del Salvador. En definitiva, ha sido una Cuaresma muy bonita”, apunta Irene, que reconoce la responsabilidad de dirigir una banda en la calle, pero su acreditada trayectoria servirá de apoyatura para estos días tan completos que se avecinan en la Oliva. “Es la primera vez que me pongo al frente de una banda de música y es la primera vez que paso por las calles de Sevilla, la Carrera Oficial… Ayer fue nuestro último ensayo y tenemos todo preparado”.

Su Semana Santa en Sevilla arrancará el Domingo de Ramos tras la Estrella

El Domingo de Ramos, rayando las seis de la tarde, saldrá a la calle la cofradía de La Estrella -una Estrella radiante, como hacía tiempo, con su palio de Ojeda- y en torno a la una de la mañana del Sábado Santo entrará la Trinidad en su iglesia. En esos seis días, la banda de la Oliva cumplirá una nueva Semana Santa con Gómez-Calado al frente. El futuro y la calidad de la formación saltereña están más que asegurados.