Los hermanos de la cofradía del Rosario, de la localidad de Santiponce, aprobaron anoche en Cabildo General Extraordinario, la salida extraordinaria de Nuestro Padre Jesús Nazareno con motivo de la concesión de la Llave de Oro de la Villa, distinción que a su vez fue aprobada en pleno municipal por unanimidad. 

Diseño de la Llave de oro

El siguiente paso es obtener la autorización de Palacio, y a partir de ahí, organizar todos los detalles y pormenores de esta procesión, que se celebrará durante 2024, es decir, el año que viene. En el cabildo estuvo presente Justo Delgado, alcalde de la localidad, junto a otros miembros de la corporación y junta de gobierno. 

Cabildo celebrado en la Parroquia de San Geroncio de Itálica y San Isidoro del Campo

El pleno concedió el pasado mes de enero la Llave de Oro a Jesús Nazareno a raíz de una iniciativa promovida por un grupo de hermanos, quienes recabaron firmas por todos los rincones del pueblo hasta superar el medio millar. De este modo, la portentosa imagen del Nazareno saldrá, D.m, tres veces a la calle el próximo año: en el Vía Crucis del Aljarafe, el Miércoles Santo y en su salida extraordinaria. 

Momentos de la celebración del Cabildo

Diseño de la llave

Así mismo, durante la celebración del cabildo, se dio a conocer el diseño de la Llave de Oro que le será concedida a la imagen, realizado por Fernando Marmolejo, vecino de la localidad y profesional de la orfebrería, continuador de una célebre estirpe de orfebres.

Fernando Marmolejo explica el diseño de la Llave

El dibujo se basa en los elementos culturales y patrimoniales más identitarios de la localidad: el cuerpo o el brazo de la llave es una columna romana, en relación a la primitiva ciudad de Itálica que el propio Nazareno visita cada primer sábado de Cuaresma, y la muesca es la silueta del Monasterio de San Isidoro del Campo, donde residió la hermandad durante siglos y desde la fundación del nuevo Santiponce tras la riada de 1603. En la empuñadura encontramos el escudo de la Villa de Santiponce, que viene a fundir la devoción de todo un pueblo a la imagen de Jesús Nazareno.