la priostía

El sello trinitario que permanece en el tiempo

  • La atención hacia la reinserción de la población reclusa marca de forma patente la obra asistencial de la Hermandad de la Trinidad

La orden trinitaria tuvo en Sevilla un convento llamado de la Trinidad, fundado en el año 1249 cuya iglesia, aunque vinculada más tarde al colegio salesiano, acoge la capilla de la hermandad del Sábado Santo. Hace mucho tiempo que los trinitarios dejaron esta iglesia extramuros, pero la vocación de redención de la orden religiosa sigue presente. Y como muestra, las acciones sociales que realiza la hermandad de la Trinidad.

Antes de la Coronación de la Virgen de la Esperanza ya existía una vinvulación con la Casa Emaús, que pertenece a la asociación de espíritu trinitario Prolibertas, " pero es en 2006 cuando se firmó el convenio por el que la Hermandad reforzó su implicación en la Casa de Acogida Emáus, añadiendo a este nombre el de Esperanza de la Trinidad , según explica el hermano mauor, Juan Manuel Piña Velázquez.

Esta casa es un programa de acción social de la Fundación Prolibertas que normaliza y reinserta a los reclusos, reconciliándose con la sociedad y su familia. La hermandad contribuye con el sostenimiento de la casa económicamente, "realizamos actividades de ocio con ella, siempre apoyándoles en todo y difundimos las acciones de Prolibertas en Sevilla", añade Piña Velázquez.

A mediados de 2012 se funda una nueva casa, conocida como Canori, para madres e hijos de hasta 3 años que depende funcionalmente del Programa Emáus-Esperanza de la Trinidad. La hermandad del Sábado Santo también colabora con este proyecto, tanto económicamente como con actividades lúdicas.

Según el hermano mayor, durante el año 2016 hubo 1.446 pernoctaciones en la casa Emaús Esperanza Trinidad, donde además se realizadon 358 actividades formativas, 86 personas han intervenido en actividades para la inserción laboral, 507 personas han disfrutado de actividades lúdicas y ha habido 922 intervenciones sociales.

Prolibertas es de las pocas entidades que dan acogida a personas reclusas en segundo y tercer grado penitenciario, dando respuesta al drama social que viven los reclusos durante sus permisos. Los reclusos que solicitan la acogida son entrevistados previamente por la educadora social de la Casa y se comprometen a cumplir las normas de convivencia de la misma.

Todo este proceso busca que las acogidas sean disfrutadas por personas que las aprovechen en su camino de reinserción. La casa de acogida Emaus - Esperanza de la Trinidad inicia su actividad en el año 2003, con el fin de proporcionar una acogida a personas reclusas que tienen la posibilidad de disfrutar de permisos temporales de salida pero que carecen de una cobertura familiar adecuada o de redes de apoyo que faciliten la progresiva inserción social.

En cuanto al voluntariado para llevar a cabo estos proyetos, Juan Manuel Piña destaca que la participación de los hermanos es buena. "Se suelen volcar con los proyectos de la Diputación de Caridad y no sólo son los hermanos, acogemos a cualquier persona que este dispuesta a ayudar y se quiera sentir útil. Cualquier evento que se haga lleva una preparación elaborada. La Diputación de Caridad se caracteriza por llevar a cabo cualquier proyecto de manera consensuada con los voluntarios, siendo una sola voz y teniendo en cuenta todas las opiniones", afirma.

Sin abandonar esta vocación por las personas reclusas, la hermandad tiene otro proyecto que es Madre Esperanza. La iniciativa está formada por miembros voluntarios, centrando la ayuda en los niños de reclusas que, por su edad, conviven con sus madres dentro del Centro Penitenciario. Se realiza en coordinación con la Delegación Diocesana de Pastoral Penitenciaria. "Como dependemos de esta convivencia, ahora mismo no se está dando estas circunstancias en la cárcel, por lo que, aunque exsite el proyecto, aún no está realizándose al no darse la circunstancia de que alguna madre lo necesite.", explica.

Además de estos dos grandes programas, la hermandad colabora con el economato Solidario María Auxiliadora , una obra social regentada por las salesianas de Nervión, así como con todas las obras sociales que de los salesianos de la Trinidad llevan acabo, colaborando con todos sus proyectos, caritas parroquial, participación en la Obra Social de las Hermandades del Sábado Santo, en las campañas del Banco de Alimentos, con nuestra Iglesia Diocesana, participación en el programa de formación de la Fundación Cruzcampo y su Escuela de Hostelería con la Fundación Randstad.

En esta continua vocación de redención y de preocupación por los reclusos, el hermano mayor señala como uno de los "proyectos más importante que lleva nuestra Hermandad: la petición al Consejo de Ministro del indulto de un preso de la cárcel de Sevilla, con motivo de nuestra estación de penitencia cada Sábado Santo, petición que nos llevan concediendo desde el año 2006, con motivo de la coronación canónica de Nuestra Señora de la Esperanza Trinidad".

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