El subdelegado del Gobierno en Sevilla, sobre las vallas: "Si hay que hacer modificaciones, se harán"
Francisco Toscano explica que se está revisando el dispositivo para mejorarlo el año que viene
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El subdelegado del Gobierno en Sevilla, Francisco Toscano, dijo este jueves que se harán las modificaciones que se consideren oportunas en cuanto a la colocación de vallas en la Semana Santa del año 2026. Toscano indicó que el dispositivo de seguridad de la de 2025 está siendo objeto de revisión desde el pasado lunes. Esto no es nada infrecuente, sino que la Policía analiza cada plan de seguridad una vez terminado el evento.
"Cada vez que se desarrolla un dispositivo, la Policía tiene por costumbre realizar un proceso de revisión crítica. La Semana Santa de 2025 está siendo revisada desde el mismo lunes. Si hay que hacer modificaciones, se harán, porque la Policía las hace continuamente, con el afán de mejorar y con el doble objetivo de garantizar la seguridad y de que se den las mejores condiciones para que la gente pueda disfrutar de la Semana Santa", explicó el subdelegado, que este jueves presentó el dispositivo de seguridad de la final de la Copa del Rey de fútbol, que se disputará el sábado en el estadio de la Cartuja y que enfrentará al Real Madrid y al Barcelona.
Toscano destacó la ausencia de incidentes graves a lo largo de la semana, por lo que se consideró "satisfecho". Dijo que en un plan que dura unos diez días, y en el que hay un contingente importante de la Policía Nacional y otros muchos servicios públicos, se producen incidentes. La reacción de la Policía, de la hermandad de la Macarena y de la propia ciudadanía fue clave para que la explosión de gas de la calle Relator no causara escenas de pánico vistas otros años en la Madrugada.
El subdelegado apuntó que aún no tienen la información cerrada sobre lo que ocurrió, pero sí apuntó a lo que ya se sabe, una sobrecarga eléctrica que provocó una emisión de gases y la voladura de dos arquetas, con el consiguiente estruendo. Una persona sufrió lesiones leves. "La Policía Nacional actuó de manera inmediata y la propia hermandad de la Macarena y la ciudadanía en general mantuvieron la calma. Hubo algunos minutos de nerviosismo, pero con la respuesta adecuada se pudo controlar la situación".
Sobre la polémica generada por las vallas, que ha suscitado quejas de distintas hermandades, Toscano habló de tres grandes escenarios dentro del centro de Sevilla en Semana Santa. El primero es el vinculado a la Carrera Oficial, donde se vieron cofradías que no podían llegar a la Campana porque había una valla que les cortaba el paso. Esto es, competencia de la Policía Local y el Ayuntamiento. "Ahí el presidente del Consejo fue bastante claro y lo está tratando con el Ayuntamiento. La Policía Nacional no tiene ninguna incumbencia".
En un segundo nivel están las vallas colocadas en las entradas y salidas de los templos, que las hermandades utilizan para salir y entrar con comodidad, y "es algo bueno para el dispositivo porque se sabe desde tiempo antes dónde se puede colocar la gente". Una de las que más quejas generó fue la entrada de San Isidoro, donde las vallas se colocaron muy lejos y se desalojó el público de la calle Luchana.
Por último, están los aforamientos de zonas en las que más público se acumula, que se llevan a cabo sobre todo desde los incidentes de la Madrugada de 2017. Se aplican sobre todo en tres puntos: el Arco del Postigo, el eje Placentines-Alemanes y la confluencia de la calle Francos con la Cuesta del Rosario".
"Hay espacios en los que hay afluencia importante de personas con movimientos encontrados que generan tapones que provocan problemas de seguridad ciudadana. La Policía Nacional, de forma dinámica y variable, hace acotaciones para garantizar el paso de los cortejos y la seguridad de quienes van a ver los pasos. Se trata de pequeños pasillos de seguridad que funcionan como vías de escape ante cualquier incidencia", apuntó Toscano.
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