El Aeropuerto de Sevilla inicia su despegue de estreno y con un 86% de rutas operativas
La recuperación de la industria turística
Las obras de transformación acabarán el año que viene y los trabajos se centran ahora en el embarque de la zona sur, que estará lista en unos meses, y en la ampliación de la central eléctrica
El aeródromo cuenta hoy con 61 rutas operativas con 15 países, de las cuales 40 van a destinos internacionales
El estreno del nuevo Aeropuerto de Sevilla llegará a primeros de 2022 en un momento de recuperación, pues un 86% de las rutas ya están operativas tras la pandemia, prueba de la confianza depositada en el destino por las aerolíneas gracias a la labor institucional realizada en los últimos tiempos. Las obras que están transformando esta instalación de 1991 culminarán el año que viene, según lo previsto, y permitirán que la capacidad del aeródromo se amplíe en un tercio y pueda así atender un tráfico anual de 10 millones de pasajeros.
El proyecto se hizo antes de la pandemia y los trabajos se iniciaron en 2019, un año en el que en las pistas de San Pablo aterrizaron y despegaron 7,5 millones de viajeros. De no haber sido por la crisis sanitaria, el aeródromo sevillano caminaría ya hacia esa cifra récord que, según las estimaciones del sector, no se alcanzarán hasta 2023-24. En cualquier caso, el parón ha servido para acelerar las obras y afrontar el despegue con más herramientas para competir.
La transformación es la más ambiciosa acometida en las tres últimas décadas y supone una inversión de 62 millones de euros, según ha recordado el delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, durante una visita a las obras este jueves. Los trabajos se dividen en tres ejes: el recrecido de la pista de vuelo; la ampliación de la central eléctrica; y la reforma del edificio terminal, donde ya se han conseguido varios hitos, que fueron explicados por el director del aeropuerto, Sergio Millanes, que aterrizó en Sevilla en junio.
¿Qué se ha hecho hasta la fecha? Ya se cuenta con un nuevo centro de coordinación aeroportuaria, una especie de torre de control en tierra para el funcionamiento diario del aeropuerto que ha permitido mejorar la coordinación en el aeródromo. También se han instalado un nuevo filtro de seguridad con el que se pretende evitar las colas en horas punta, automatizar procesos y lograr que la experiencia del pasajero sea mucho mejor. Y se ha creado una nueva terminal de aviación ejecutiva acorde con el nuevo turismo de alto nivel que quiere atraer la ciudad. En esta zona, de más de 300 metros cuadrados, habrá un acceso directo a la plataforma de estacionamiento de aeronaves y contará con su propio control de pasajeros.
Una de las primeras fases concluidas a primeros de 2020 fue el recrecido de la pista de vuelo, con una inversión de 11 millones de euros y una ejecución de envergadura. El despliegue de medios técnicos y humanos, con el aeropuerto operativo, permitió acabar dos meses antes de lo previsto la obra en la que participaron 500 trabajadores y hasta 55 vehículos de forma simultánea y se usaron 117.600 toneladas de aglomerado asfáltico y 18.900 de hormigón, entre otras cifras de impresión.
El primer hito en la terminal fue la apertura de la zona llegadas internacionales no Schengen, que entró en funcionamiento en noviembre de 2020. Ocupa 2.700 metros cuadrados y se ubica en la parte norte. En la planta superior se trabaja en la zona de salidas internacionales. Ambas estarán comunicadas por un ascensor panorámico y escaleras mecánicas.
El segundo hito es el vestíbulo de la nueva zona de llegadas, con una sala de recogida de equipajes que se ampliará a ocho cintas, entró en servicio el pasado julio y alberga oficinas de rent a car y un punto de restauración que abrirá en breve, entre otros servicios.
Y los trabajos se concentran ahora en lo que será el tercer hito en la terminal: el embarque en la zona sur. “Será la zona más emblemática de la ampliación del aeropuerto y se pondrá en servicio a final de año”, explicó Millanes durante la visita a las obras en el que ha mostrado un espacio de 4.4150 metros cuadrados, con seis puertas de embarque, seis tiendas y tres puntos de restauración que se unirá con el actual pasillo de preembarque, que desaparecerá y se convertirá en una gran zona diáfana con ocho puertas y una luz que faltaba en la antigua terminal.
¿Qué más falta para culminar la obra? Ya se está ejecutando la ampliación y reforma de la central eléctrica, que tendrá una capacidad para atender la demanda equivalente al consumo de 15.000 hogares. También queda por configurar la plataforma de estacionamiento de los aviones, sustituir las pasarelas de embarque y adecuar los viales en la zona de salidas, un proyecto muy demandado para mejorar la accesibilidad y el tráfico público y privado en el aeropuerto.
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