Los propietarios de los bares de la Alfalfa pasan al contraataque. Después de que la presión vecinal haya originado la clausura de seis establecimientos, cuatro de ellos en la Alfalfa, nueve propietarios de bares de esta zona de la ciudad han presentado una denuncia en el juzgado de Guardia por coacciones, amenazas e injurias contra una representante vecinal y contra los policías locales que han venido actuando en estos establecimientos. El abogado Juan Isidro Fernández, que representa a los denunciantes, explicó ayer a este periódico que la denuncia fue presentada el pasado lunes y se dirige contra la portavoz de la plataforma Alfalfa degradada y contra las distintas actuaciones de la Policía Local que intervinieron en los meses anteriores en contra de los propietarios y encargados de los locales. La denuncia pone de manifiesto que desde hace dos años aproximadamente se han "violado sus derechos como trabajadores, propietarios o arrendatarios legales" de los distintos bares, como Bare Nostrum, Barbería, La Espuela, Rebotica, Cabo Loco, bar Antonio, Cubanito, Bar Blues y Rock and Roll, entre otros.

Según la denuncia, estos bares tienen un "gran arraigo" en la ciudad -algunos llevan más de 20 años abiertos al público- y sus propietarios "jamás se han visto envueltos en semejante acoso policial y de una plataforma que ha ocasionado el precinto de los bares", por cuanto aseguran que han venido cumpliendo la ordenanza contra el ruido y todos los bares disponen de porteros contratados para evitar que los clientes "saquen copas y bebidas a la calle provocando ruido y molestias a los vecinos". Los denunciantes sostienen que la representante de la plataforma es la "promotora y principal causante" del acoso y las coacciones que han generado en todos los denunciantes "un estado de angustia y depresión al ser el único medio de vida con el que cuentan y ser absolutamente falsas y exageradas las acusaciones". A la portavoz vecinal le atribuyen haber proferido una serie de insultos al portero del bar Barbería "con absoluta agresividad".

Dicen los propietarios que han sido vejados por una actuación policial "desmesurada, grosera y prepotente", por cuanto han sido objeto de expresiones "obscenas" del tenor: "Cierra ya y al carajo" -frase que atribuyen a un policía local en junio pasado-; "No sabe con quién se está topando"; o "a ver a quien nos follamos hoy", frase que el camarero del bar Barbería atribuye a otro agente que la habría pronunciado hace tres meses.

También afirman que en una ocasión un coche de la Policía Local se subió "violentamente" en la acera para entregar una denuncia a otro propietario "sin bajarse del coche", y que los dueños de los bares Rock and Roll y Blues están "completamente coaccionados por la existencia permanente de un patrullero en la puerta", lo que hace que no entre nadie.

Los denunciantes muestran su "absoluta indignación por la actuación policial" y los cierres "caprichosos" con sanciones que tildan de abusivas", alguna de más de 3.000 euros "cuando en ningún momento violan normativas de protección ambiental ni venden bebidas fuera de los bares".