Eva Izquierdo es de Triana, bailaora, cantaora y profesora de flamenco, lleva diez años enseñando a principiantes y compartiendo su arte con todo el que quiere sumergirse en su cultura presencialmente y ahora a través de internet. Lo mismo que hace Costanza que, aunque nació en Finlandia, tiene sangre gitana en sus venas y ha enseñado en 20 países antes de hacerlo desde el salón de su casa. Viki, una artesana apasionada de la Historia del Arte, se atreve con las clases sobre el uso y el lenguaje del abanico que enseña a pintar y personalizar. Y Víctor, después de trabajar en restaurantes de estrella Michelin, acompaña desde la pantalla de su ordenador a todo el que quiere aprender a hacer una buena paella y una sangría de nivel comparada con la que se ofertaban en algunos locales para guiris. Y otras veces el arte es simplemente el amor a la ciudad y hay quien, como José, se ofrece para echar una partida de un particular trivial sobre Sevilla donde los huéspedes pueden aprender todo sobre su historia, cultura y tradiciones, como si fueran de la mano de un guía turístico.

Son cinco casos reales de sevillanos que por una tarifa que oscila entre los 8 y los 25 euros por persona venden al visitante una oportunidad única que les permite viajar a Sevilla sin moverse de casa. La pandemia obliga a reinventarse y el turismo de experiencias, que ya cotizaba al alza antes del coronavirus, ha encontrado un buen aliado en las nuevas tecnologías. ¿Es posible ingresar dinero abriendo las puertas de tu casa a un turista a través de internet?

La respuesta la tiene Airbnb, la plataforma digital que oferta alojamientos a turistas y que está potenciando ahora un producto que ya lanzó en 2016. Se trata de  experiencias on line que el Covid ha convertido en un instrumento para que los anfitriones, en pleno parón del turismo, mantengan algunos ingresos.

Y las fiestas de primavera, que la pandemia suspende por segundo año, han sido el argumento de un acuerdo entre Airbnb y el Ayuntamiento de Sevilla para impulsar una serie de experiencias on line en torno a la Feria de Abril y que están disponibles desde ayer con tarifas que van desde los 10 a los 60 euros. Turismo de experiencia para todos los bolsillos. El objetivo es facilitar una ayuda a muchos sevillanos que vivían de una u otra forma de este sector y que han visto disminuidos drásticamaente sus ingresos. “Esta colaboración permitirá ofrecer una oportunidad económica a quienes quieran compartir sus pasiones con personas de todo el mundo, tanto ahora en la Feria de Abril, como en los próximos meses”, comenta Mónica Casañas, directora general de Airbnb Marketing Services.

Frente a las opiniones más escépticas, bastan los datos de Eva Izquierdo, una de las anfitrionas más populares de Sevilla en la plataforma que desde abril de 2020 ha recibido a más de 500 invitados virtuales.

Experiencias online que se ofrecen desde Sevilla.

Conocer cómo se vive la Feria de Sevilla desde cualquier rincón del mundo será posible de la mano de la diseñadora Vicky Martín Berrocal, que impartirá de manera telemática masterclass de moda para enseñar al visitante cómo vestirse, peinarse y maquillarse para ir a la Feria. También hay, entre otras, opciones para entrar en una caseta y aprender a hacer rebujito y cocinar los platos más típicos.

La colaboración municipal con Airbnb es un compromiso a largo plazo. Cuando se pueda viajar de nuevo, Airbnb también ayudará a promocionar las experiencias presenciales en la ciudad con el propósito de impulsar la recuperación de la economía local y que una parte de los ingresos generados por el turismo llegue de manera directa a los ciudadanos. “Sin duda, esta iniciativa contribuye a impulsar la promoción del destino Sevilla de cara a la reactivación turística, de acuerdo con las propuestas y sugerencias que emanaron del Plan 8 de Impulso al Turismo de Sevilla que consensuamos con una muy amplia representación del sector”, comenta el delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo del Ayuntamiento, Antonio Muñoz.