Con nocturnidad, absoluta discreción y sin sobresaltos. En la madrugada de este viernes, 3 de noviembre se cumple el primer aniversario de la exhumación de los restos mortales del general Gonzalo Queipo de Llano, su mujer Genoveva Martí y del auditor de guerra Francisco Bohórquez Vecina de la basílica de la Macarena. Un año en el que la vida sigue transcurriendo con toda normalidad en la hermandad y en el templo en el que se venera a una de las devociones más universales de la ciudad: la Virgen de la Esperanza. Poco o nada se ha notado la salida de los restos para cumplir con el mandato de la Ley de Memoria Democrática. Como poco o nada se notaba antes su presencia. Aquel 3 de noviembre de 2022 la hermandad cumplía con el mandato legal y cerraba una página de su historia que generaba más ruido fuera que dentro de la corporación. Los hermanos, reunidos en cabildo general algunos días después, respaldaban de manera masiva la actuación del hermano mayor y su junta de gobierno. Un aplauso lo certificaba. Había paz en la Macarena. Siempre la hubo. Allí, las heridas se cerraron mucho antes. 

Se puede afirmar que la exhumación de Queipo de Llano y Bohórquez no ha tenido ninguna incidencia en la vida y actividad diaria de la corporación. Apenas un par de bajas, la de un padre y su hijo menor, se han llegado a cursar por este motivo. Como siempre ha sido, ninguna de las personas que entran en la basílica dirigen su mirada hacia el suelo de la capilla de San José, donde estuvieron enterrados Quiepo y su esposa. La Virgen de la Esperanza en su camarín sigue siendo el único imán de todas las miradas. Las huellas de la exhumación son los nuevos mármoles que sustituyeron a las placas conmemorativas. A los pies del presbiterio, sucede lo mismo con la tumba de Bohórquez. 

Pasos hacia una exhumación

La modificación en la lápida hecha en el año 2009.

La Hermandad de la Macarena llevaba años dando pasos para desmilitarizar los enterramientos de Queipo y Bohórquez y eliminar cualquier referencia golpista. La primera medida que se tomó al respecto fue en 2009, al final del segundo mandato de Juan Ruiz Cárdenas como hermano mayor de la Macarena, tal y como publicó este periódico en primicia. En aquel momento, y sin aviso previo, se retiraron de la lápida de Queipo de Llano todas las referencias militares y franquistas. Sólo se le dejó el título de hermano mayor honorífico, concedido por su contribución a la construcción de la basílica, motivo por el cual en 1954 recibió sepultura en ella, bajo un altar (situado a la izquierda del templo conforme se entra) en el que ahora se venera una imagen de San José. 

A Juan Ruiz Cárdenas le siguió Manuel García en el cargo de hermano mayor. Durante sus dos mandatos este debate siguió abierto. En este periodo, el 29 de julio de 2016, el Pleno del Ayuntamiento, a propuesta de IU, aprobó una moción que incluía un punto que exigía la salida de Queipo de la Macarena. Fue respaldada por todos los grupos políticos municipales, excepto por Cs y PP, que se abstuvieron y votaron en contra, respectivamente. 

A la ley estatal se sumó, en 2017, la ley andaluza sobre Memoria Histórica y Democrática que, pese a su entrada en vigor, más allá de que el debate siguiera abierto, no obligó a la corporación religiosa a tomar ninguna medida concreta. Eso sí, la polémica continuaba en la calle, y en varias ocasiones la fachada de la basílica amaneció con pintadas exigiendo la salida de Queipo de allí. La Junta de Andalucía, gobernada entonces por la socialista (y cofrade) Susana Díaz, optó por la vía del diálogo para evitar una confrontación con una corporación integrada en la actualidad por 17.000 personas. Una institución cuyo eco mediático traspasa las fronteras nacionales. 

La opción del columbario

En 2018, ya con José Antonio Fernández Cabrero como hermano mayor, la tumba del general franquista volvió a la actualidad informativa. En julio de aquel año Cabrero planteó una propuesta que podría solucionar un asunto tan espinoso: el columbario que se construiría en la antigua sacristía del templo. Los restos mortales de Queipo podrían tener allí cabida, siempre con el consentimiento de los familiares. 

Fernández Cabrero, en octubre del año pasado, manifestaba que la hermandad "está esperando que le digan qué tiene que hacer" ante la reforma de la Ley de Memoria Democrática. Según sus palabras, la Macarena no debía tomar una "decisión" propia, con lo que urge a "arbitrar el decreto" estatal que determine la actuación a adoptar.

Un coche fúnebre saliendo de la Basilica de la Macarena

Finalmente, la exhumación del general franquista Gonzalo Queipo de Llano y de Francisco Bohórquez de la Basílica de la Macarena se hizo realidad hace justo un año. La carta enviada por el secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez López, para que se tomara esta medida cuanto antes después de que entrara en vigor la nueva Ley de Memoria Democrática se cumplió en la madrugada del 3 de noviembre. Un año ha pasado y todo sigue igual en la Macarena. La Virgen de la Esperanza es la que sigue concentrando todas las miradas.