Arranca la jornada de huelga en Mercasevilla el día antes de la general

La huelga de los198 trabajadores públicos de Mercasevilla contra la pretensión del Ayuntamiento de liberalizar el servicio en la lonja de pescado comenzó este lunes a las 23:00, aunque desde una hora antes los trabajadores se habían concentrado en la puerta del mercado central. El comité de empresa que preside Rafael Domínguez (CCOO) cree que los mayoristas probablemente podrán vender pescado a los minoristas, pero la factura de esa operación de compraventa puede ser "inválida".

A diario la facturación del pescado que se vende en Mercasevilla la realizan los empleados públicos del mercado central porque así está regulado en los reglamentos internos del Merca. Lo mismo sucede con la carga, descarga y arrastre del pescado que traen los mayoristas. Con la huelga del personal, sin embargo, estas operaciones quedan huérfanas de servicio.

"Las facturas que se emitan no sabemos el valor que tendrán ante Consumo y ante el Seprona, ni tampoco la garantía de cobro", aseguró Domínguez, quien añadió que hay una serie de interrogantes abiertos. El comité tiene "buenas perspectivas" de que la protesta tenga éxito porque los trabajadores han mostrado en las asambleas su disposición a secundar los paros.

La Consejería de Economía de la Junta ha decretado ya los servicios mínimos de esta huelga que continuará este miércoles enlazando con la jornada de huelga general. Habrá más paros los días 30 de noviembre y 1 de diciembre y el comité amenaza con convertir los paros en indefinidos a partir del 17 de diciembre. La Junta estipula servicios mínimos de dos trabajadores por turno para el servicio de mantenimiento y para el servicio de vigilancia. La escuela infantil se atenderá con tres empleados.

Para el paro técnico que comienza el 30 de noviembre rigen los mismos servicios mínimos más cinco trabajadores para cada uno de los dos turnos del servicio de limpieza. Para la huelga indefinida desde el 17 de diciembre, los mínimos decretados contemplan el 30% de cada una de las áreas y tres empleados para la escuela infantil.

La protesta de los trabajadores de Mercasevilla tiene su origen en la decisión de la sociedad gestora del mercado central, en su mayoría del Ayuntamiento de Sevilla, de liberalizar los servicios que la plantilla municipal presta en la lonja de pescado.

La decisión de liberalizar los servicios se basa en un requerimiento de la Comisión Europea, que en 2011 abrió un expediente por un posible caso de "monopolio" de los servicios públicos que Mercasevilla impone y cobra a los mayoristas de pescado. Estos gravámenes fueron censurados por el Tribunal de Defensa de la Competencia en resolución de 2002, ratificada en 2006 por una sentencia de la Audiencia Nacional que no se ha cumplido.

En 2010, los mayoristas denunciaron el caso ante el Parlamento Europeo y pedían el fin de los cánones que pagan por facturación, transporte y manipulación del género, todos prestados a través de la plantilla de la sociedad mixta. El Parlamento Europeo concluyó que "el suministro obligatorio de servicios previo pago podría incidir en la libertad de establecimiento" y que estos cobros serían "susceptibles" de incompatibilidad con el Tratado de la UE que consagra la libertad de empresa. El pasado mayo el secretario general del Ayuntamiento concluyó que los reglamentos de Mercasevilla necesitan una "profunda revisión" y que los servicios "en régimen de monopolio" deben estar circunscritos a los servicios públicos o comunes.