Sevilla

Arranca el 'sprint' final de los candidatos a la Alcaldía de Sevilla

  • La actividad de los cinco partidos en liza será frenética a partir de ahora para arañar una victoria en las elecciones de mayo de 2011 · La batalla más dura, entre Juan Espadas (PSOE) y Juan Ignacio Zoido (PP)

Empieza la batalla política. Tras el descanso de las vacaciones estivales, los candidatos a ocupar el sillón de alcalde de Sevilla se sitúan mañana 1 de septiembre en la carrera final para las elecciones municipales del 29 mayo de 2011. Quedan nueve meses claves para despejar esta incógnita y la actividad será frenética a partir de ahora en los cinco partidos políticos que se disputan la llave de la ciudad, que lleva 20 años sin tener un gobierno con mayoría absoluta, libre de pactos.

Los comicios pondrán fin al mandato de Alfredo Sánchez Monteseirín (PSOE), que ha gobernado desde 1999 en coalición con el Partido Andalucista y luego con Izquierda Unida. El juego de las minorías le permitió gobernar en la capital, a pesar de que el Partido Popular fue la fuerza más votada tanto en las elecciones de 1999 (Soledad Becerril) como en las de 2007 (Juan Ignacio Zoido). Únicamente en 2003 los socialistas tuvieron apoyos para erigirse en la fuerza más votada, aunque sin mayoría absoluta. Los dos candidatos principales en liza son Juan Espadas, la nueva cara del PSOE, y Juan Ignacio Zoido por el PP.

Al socialista, ex consejero de Vivienda de la Junta, le queda ser ratificado formalmente por la Ejecutiva Federal de su partido a finales de septiembre. Su máximo reto es convertirse en una cara conocida, dejarse ver por los barrios y patearse la calle. Su debilidad, que los ciudadanos lo conocen poco, a diferencia de Zoido. A pesar de la potencia de la marca PSOE, podría restarle votos la gestión económica de Zapatero (el paro, los recortes) y los errores de la gestión municipal de Monteseirín, muy desgastada después de tres mandatos consecutivos. Espadas ha pasado los últimos meses de reuniones con las 11 agrupaciones socialistas y ahora le queda mezclarse con su electorado. Su equipo ya tiene fijada su agenda diaria de aquí a diciembre que no desvelará de momento. El próximo lunes pronunciará una conferencia en una tertulia progresista y a finales de septiembre asistirá a un encuentro del presidente Griñán con todos los cantidatos de las ciudades con más de 100.000 habitantes. La Ejecutiva regional se reúne mañana miércoles y la próxima semana lo hará el comité provincial del partido. Su hoja de ruta será evitar la lucha cuerpo a cuerpo con su contrincante Zoido y no entrar en los intentos del PP de desafiarle con retos o marcarle la agenda. Le va a ser difícil componerse un perfil distanciado del estilo Monteseirín que al mismo tiempo no se aleje del sello socialista.

El candidato Zoido, del PP, parte con la ventaja de haber sido el más votado de las últimas elecciones municipales. Su conocimiento entre la población es, por tanto, muy alto. Las encuestas también le dan como ganador, aunque sin la mayoría absoluta que necesitaría para gobernar. Tendría que pactar con uno de los tres partidos minoritarios (IU, PA, UPyD) si vuelve a ser la fuerza más votada. Lleva años pateándose los barrios y marcando la agenda al gobierno local de Monteseirín, que actúa y envía comunicados a la prensa siempre en respuesta al PP, con la obsesión de intentar frenar el efecto Zoido.

La estrategia del PP en estos meses cambiará poco. Se centrará en ir perfilando y concretando sus propuestas para la ciudad, sin abandonar su tarea de "oposición constructiva". La prioridad son las acciones en barrios y los grandes proyectos. Su receta para gobernar será cumplir los proyectos con los presupuestos y plazos que se aprueben, tres ingredientes que han fallado estrepitosamente en los tres mandatos de Monteseirín, especialmente en la Encarnación, los aparcamientos, los parques fluviales, el Palacio de Congresos (Fibes) y un largo etcétera.

Zoido ofrece otra forma de gobernar: "Cumplir la palabra, diálogo, seriedad, nada de obras faraónicas y mejorar los servicios públicos sin despilfarrar, con austeridad". Su objetivo es ser alcalde con mayoría absoluta, sin tener que ceder a las presiones de partidos minoritarios.

En el otro extremo de la contienda electoral se sitúan IU (Antonio Rodrigo Torrijos), PA (Pilar González) y UPyD (pendiente de la elección de candidato), los tres partidos minoritarios que pueden tener la llave del gobierno local.

Rodrigo Torrijos, de IU, de sobra conocido como socio del PSOE en el Ayuntamiento. Cuenta con un electorado fiel al que alimenta con constantes guiños. Entre sus grandes logros para captar votos figuran el carril bici -una red extensa, de más de 100 kilómetros, pero con defectos en su ejecución que ahora van a corregirse- y las estaciones de bicicletas públicas de alquiler (Sevici). En el juego de los pactos sería más probable que repitiera con el PSOE que se uniera al PP.

La única mujer con aspiración a la Alcaldía es del PA. Pilar González tiene ante sí el reto de ilusionar a los votantes y ganar los apoyos suficientes para que el partido vuelva a tener la representación en el Ayuntamiento sevillano que perdió en 2007. Sacar al partido de su descomposición. Podría ser llave para el PSOE y el PP, ya que con ambas fuerzas ha gobernado en mandatos anteriores.

El partido UPyD todavía no tiene candidato ni en Sevilla ni a nivel nacional. Lo elegirá en primarias entre los afiliados a finales de septiembre o principios de octubre. Según su portavoz Armando Flores, también nombrarán delegados en los municipios del área metropolitana. Su estrategia será mucho contacto con la calle y trasladar sus alternativas. Su primera apuesta, reorganizar y racionalizar la administración municipal, reducir los cargos públicos.

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