Árboles singulares de Sevilla

La Asociación de Jardinería de Andalucía media para evitar la tala del ficus de San Jacinto

Detalle del ficus situado en el patio de la iglesia de San Jacinto.

Detalle del ficus situado en el patio de la iglesia de San Jacinto. / M. Gómez

La Asociación Multisectoral de la Jardinería de Andalucía (AMJA) ha mediado para evitar la tala del ficus de San Jacinto, de la especie ficus macrophylla, que forma parte del patrimonio vegetal de Sevilla y ha solicitado al área de Cultura del Ayuntamiento de Sevilla la paralización cautelar de cualquier actuación que afecte a la integridad del árbol.

Respecto a mantener el ficus con seguridad para todos, AMJA señala que es una opción "compleja y probablemente más cara, pero merecerá la pena porque los numerosos beneficios que nos aportan son económicamente superiores y evaluables"

La entidad de jardinería, tras conocer la opinión de todas las partes en este asunto, ha solicitado a Cultura la paralización cautelar de cualquier actuación que afecte a la integridad del Ficus de la Iglesia de San Jacinto, ya que "existe posibilidad de realizar actuaciones técnicas que permiten la supervivencia de éste magnífico ejemplar con las máximas medidas de seguridad para el entorno y las personas".

Señala que el Ficus macrophylla es un ejemplar centenario y extraordinario que aporta sombra, frescor, biodiversidad y forma parte de la vida de Triana. Es propiedad de los Dominicos y está ubicado en el patio de la Iglesia de San Jacinto, algo que es "de relativa credibilidad, según los entendidos porque, en origen, el patio formaba parte del suelo público de la ciudad".

La asociación lamenta que "las actuaciones realizadas a este árbol no le han hecho ningún bien y además son las causas de muchos de los problemas actuales que padece". Recuerda que esto no es algo nuevo ni para el párroco de San Jacinto, ni para el Ayuntamiento, ni para la delegación de Cultura, ya que "los bienes requieren de cuidados y mantenerlos es nuestra obligación. El problema es tener la voluntad de hacerlo y que quienes decidan no se dejen influir por voces alarmistas sin argumentos".

La conversación con el párroco de San Jacinto y con Parques

Esta asociación ha mantenido conversaciones, por un lado, con el párroco de San Jacinto, "que, como propiedad, tiene la obligación de correr con los gastos de mantenimiento del ficus, que se ha mostrado contrario a realizar actuaciones de conservación en él por su elevado coste". La entidad lamenta que por esta razón el párroco ha solicitado la tala del ejemplar y hasta ahora tampoco ha realizado formalmente ninguna notificación de intención de cesión del suelo al Ayuntamiento para que, desde el mismo, se puedan hacer cargo de su mantenimiento.

Por otro lado, AMJA también ha hablado con el director de Parques y Jardines, Fernando Mora Figueroa, quien indica que si se procede a la cesión del suelo, el Ayuntamiento estaría dispuesto a realizar los trabajos oportunos en el ejemplar para mantenerlo y evitar su tala. Además, Mora ha informado a la asociación que “desde el Ayuntamiento no se va a realizar ninguna tala, pero que se ve obligado a expresar que no garantiza la seguridad del ficus en su estado actual”.

As pues, AMJA recalca que "sólo queda que el párroco de San Jacinto retire la petición de tala e inicie cesión del suelo al Ayuntamiento de Sevilla".

Los profesionales deben actuar

La Asociación Multisectoral de la Jardinería de Andalucia (AMJA) se ha ofrecido al Ayuntamiento para aportar informes de especialistas en arboricultura en donde se propongan "actuaciones pertinentes para conservar el ficus porque sabemos que existen y que los técnicos profesionales de Parques y Jardines de Sevilla tienen conocimientos y experiencia más que suficientes para llevar a cabo siempre que haya voluntad política de actuar".

Según AMJA, "al igual que se valoran los edificios monumentales se deben valorar los árboles monumentales y para ello hay que saber por qué son árboles monumentales: los beneficios que aportan, las muertes que evitan, la salud física y psíquica que nos dispensan y en definitiva la gran necesidad, no solo de conservar sino de aumentar la presencia de árboles en nuestras ciudades".

La entidad recalca que este ficus tiene dos opciones: ser eliminado mediante una tala o ser diagnosticado y mantenido con seguridad para todos. La primera opción, a priori, es rápida, sencilla y más barata. Respecto a mantener el ficus con seguridad para todos, señala que es una opción "compleja y probablemente más cara, pero merecerá la pena porque los numerosos beneficios que nos aportan son económicamente superiores y evaluables y porque será la consecuencia de que los gestores conocen el valor de los árboles y los beneficios cuantificables y valiosísimos que nos aportan".

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