El Ayuntamiento plantea por primera vez regular los patinetes eléctricos
movilidad | vehículos eléctricos de transporte personal
Concretar cómo y por dónde deben circular estos artilugios en auge es uno de los objetivos del nuevo Plan de la Bici 2020
Cada vez más adultos los usan para desplazarse al trabajo
El auge de los patinetes eléctricos en la ciudad, usados cada vez más por adultos para desplazarse hasta su lugar de trabajo o para llegar rápidamente al centro desde sus barrios, ha llevado al Ayuntamiento de Sevilla a plantearse por primera vez su regulación. Para el transporte de mercancías se utilizan también cada vez más vehículos eléctricos con mayores dimensiones y peso. Hay más de una quincena de modelos que varían en tamaño y potencia, desde los monociclos (una rueda con pedales) hasta los patines scooter con dos ruedas sin manillar, con manillar con o sin sillín, y los segway (giroscópicos y con autobalanceo) para recorridos turísticos.
Los vehículos eléctricos con sillín para ir sentados cómodamente proliferan entre los adultos. Pueden alcanzar velocidades que varían desde los 10 a los 25 kilómetros por hora, pero hay modelos más sofisticados que llegan a los 75 kilómetros por hora (motor de 2000 W de potencia). Se ven por el carril bici, por zonas peatonales, a contramano por calles de un único sentido y por las aceras por la falta de una regulación específica y amplia.
La elaboración de una normativa municipal que detalle los requisitos y los lugares por donde pueden moverse estos aparatos eléctricos es el objetivo del Consistorio, y así lo ha incluido en el nuevo plan de la bicicleta 2020 presentado que aprobará la Gerencia de Urbanismo en las próximas semanas. La planificación para los próximos tres años de políticas ciclistas contempla, en el apartado de propuestas normativas, "acometer la regulación de aparatos eléctricos".
La Dirección General de Tráfico ha dejado en manos de los municipios que establezcan las condiciones en las que pueden compartir espacio con el peatón. En Sevilla la única referencia a estos vehículos aparece en el artículo 58 de la ordenanza de circulación y habla de vehículos eléctricos de 250 vatios de potencia, anchura inferior a 0,80 metros y peso máximo en vacío de 120 kilos que deben ser autorizados por Movilidad para poder circular como bicicletas.
En España, Barcelona es la única ciudad que desde julio pasado regula estos vehículos eléctricos. En Andalucía, el Defensor del Pueblo llamó la atención en 2016 sobre la necesidad de acometer esta regulación por los accidentes que se producían, como adelantó este periódico el pasado 25 de mayo. Jesús Maeztu pidió a la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP), que dirige Fernando Rodríguez Villalobos, que redactara una ordenanza tipo para la regulación de estos aparatos eléctricos, pero este hecho no se ha cumplido, según ha podido saber este periódico.
En Sevilla, las opiniones sobre cómo regular estos vehículos son diversas. La asociación ciclista A Contramano, integrada en la nacional Con Bici y a nivel europeo, es contraria a que los patinetes eléctricos circulen por el carril bici por entender que la vía ciclista está para transportes en los que se haga ejercicio físico saludable, salvo el caso de las sillas de ruedas para discapacitados. Lo contrario opinan los usuarios de estos vehículos y las tiendas que los venden, que coinciden en que deben ir por el carril bici por ser el lugar más seguro y señalan que estos aparatos atraen porque son más baratos y manejables que la bici eléctrica.
Una usuaria de patinete eléctrico con sillín que prefiere no dar su nombre lo usa a diario para ir del Polígono de San Pablo a su trabajo en Sevilla Este por el carril bici. Tarda 15 minutos cuando en bus tardaba 45 y no le conviene la línea rápida Este por estar lejos de su casa. Tiene la autorización de Movilidad para usarlo. En agosto tuvo un accidente al ser arrollada por un vehículo que invadió la vía ciclista. Prefiere estos vehículos a la bici eléctrica. "La bici eléctrica es muy grande y muy cara para el piso pequeño en el que vivo. El patinete costó menos de 500 euros, es manejable y lo puedo plegar en mi casa y en el trabajo". Por seguridad es partidaria del casco y de que puedan circular por el carril bici. Se queja de la mala señalización que hay en los cruces del carril bici en Sevilla Este.
Ricardo Marqués, catedrático de Física, vicepresidente de la coordinadora nacional ConBici y de la asociación ciclista de Sevilla A Contramano, admite que en Europa la movilidad eléctrica individual con este tipo de aparatos va a ir a más porque las baterías pesan muy poco y con poca potencia tienen autonomía para recorrer de 60 a 70 kilómetros. Con todo, opina que estos aparatos eléctricos no deben circular ni por zonas peatonales ni por el carril bici, salvo que tengan una autorización especial para uso turístico. "Si nos pregunta el Ayuntamiento para la regulación de los aparatos eléctricos, le diremos que el carril bici debe acoger la movilidad activa. Sería un error que se perdiera el carácter de esfuerzo físico ligado a la bicicleta como medio de transporte". Y añade que "una bici es bastante más segura que esos aparatos eléctricos" en los frenos y en el control que ejerce el conductor sobre el vehículo.
Marqués, autor del libro La Importancia de la Bicicleta, que acaba de editar la Universidad de Sevilla, apuesta por la bici eléctrica para el carril bici. "La pedalex requiere pedalear, alcanza 25 kilómetros por hora con 250 vatios de potencia. Esa limitación de velocidad que tiene la bici también es reseñable". Cree que DGT no autorizará que estos aparatos eléctricos circulen por la calzada, cuando acometa la regulación que tiene pendiente, y trasladará a los ayuntamientos la cuestión.
Relaciona el auge de los aparatos eléctricos en ciudades, como Sevilla, con las restricciones en el uso de la bici en los últimos años. "Si el uso de la bici se restringe este tipo de aparatos eléctricos acaba teniendo éxito. En Holanda las opciones para la bici son infinitas y no proliferan estos artilugios eléctricos", pese a que en este país en los años 60 se permitió la circulación de ciclomotores por las vías ciclistas.
Desde la tienda de patinetes eléctricos Rodar Sports, en la Carretera de Carmona, Roberto Martínez confirma que su venta sigue creciendo sobre todo entre adultos que no se pueden permitir comprar un coche y ahorran tiempo en el desplazamiento y dinero. Por seguridad cree que deben ir por el carril bici, usar el casco y tener un seguro de responsabilidad civil. Y en calzada tener matrícula y llevar reflectantes.
En precios, la amplia tipología de patinetes eléctricos para adultos varía de 385 a 949 euros. "Es el futuro de la movilidad personal y no contamina", dice. Y añade que las bicis eléctricas con batería de litio, las de más autonomía y duración para recorrer más kilómetros, cuestan de 1.000 euros en adelante. Las hay más baratas pero sin este tipo de baterías.
También te puede interesar
Lo último
Contenido Patrocinado
Contenido ofrecido por el Ayuntamiento de Rota
Contenido ofrecido por Nervión Plaza
Contenido ofrecido por Restalia