La ampliación de la red de tranvía desde San Bernardo hasta la estación ferroviaria de Santa Justa será la primera gran obra de infraestructura que se ejecutará en la ciudad en el último lustro. La crisis ecomómica dejó varados todos los proyectos y fue una de las causas de que el anterior mandato municipal (2011-15) fuera el primero sin obetivos de entidad desde los años posteriores a la Exposición Universal, un acontecimiento que generó el mayor ciclo inversor que han conocido los sevillanos en muchas décadas. El ejecutivo anterior, presidido por Juan Ignacio Zoido, impuso una economía de guerra en la que se priorizó el saneamiento de las cuentas y la política de infantería frente a los grandes retos. El actual alcalde, Juan Espadas, ha fijado fecha para la licitación de esta ampliación: 2017. Y también ha puesto fecha para su inauguración: 2019, año de las próximas elecciones municipales.

El socialista Juan Espadas estuvo la pasada primavera en Bruselas tratando de conseguir fondos europeos para costear la ampliación, para lo cual Europa debe evaluar las bondades del proyecto en materia de movilidad y medio ambiente. Fuentes del Banco Europeo de Inversiones (BEI) confirmaron a este periódico que aún no consta ningún expediente al respecto.

El proyecto nunca costará menos de alrededor de 40 millones de euros. La iniciativa, al menos, es compartida por el grupo mayoritario en la actual corporación municipal, el PP, que llevaba en su programa electoral la ampliación del Metrocentro de San Bernardo a Santa Justa. El único grupo político que ha rechazado la idea hasta ahora ha sido el de Izquierda Unida, que considera que no está garantizada la financiación y prefiere que el gobierno priorice otras necesidades.

El estudio de viabilidad de Tussam, adelantado por este periódico, fue encargado a finales del mandato anterior. Contempla un trazado de 1,8 kilómetros de longitud con cuatro paradas (dos en San Francisco Javier, una en El Corte Inglés y la última a la misma vera del acceso principal a la estación ferroviaria). Tendrá un coste de 20 millones de euros por kilómetro, los vehículos circularán a un máximo de 14,2 kilómetros por hora, no emplearán catenarias y transportarán 2,5 millones de viajeros al año. La media de viajeros al mes sería de 208.000 hasta un máximo de 250.000 en el mejor mes. Al día podría transportar 10.417 viajeros. Y en la hora punta, la de máximo uso, 1.530 viajeros.

El análisis de viabilidad plantea el uso de vehículos similares a los que ya se usan, de algo más de 30 metros de longitud y con capacidad para 275 viajeros. El tranvía a Santa Justa deberá circular a una velocidad de entre 12,4 y 14,2 kilómetros por hora. Tussam plantea la necesidad de comprar cuatro nuevos vehículos con un coste de cuatro millones de euros cada uno. A estos 16 millones de euros que supondría la compra de nuevas unidades hay que sumar los 23,4 millones que costaría la construcción de la infraestructura. El coste del mantenimiento de la línea será de 2,16 millones de euros al año. Necesitará una plantilla de 17 trabajadores.