Se le conoce como el Boxeador pero, que se sepa, no ha participado nunca en ningún combate oficial ni ha estado federado en este deporte. El apodo se lo pusieron en el submundo de los delincuentes del centro de Sevilla porque es un tipo fuerte, que se cuida, que suele utilizar maneras chulescas y que no se corta en liarse a golpes con el primero que se le ponga en frente.

Francisco Javier L. P., de 37 años, fue detenido hace unos días por la Policía Nacional por un incidente que protagonizó en una cafetería de la calle Feria. Ocurrió a las ocho de la mañana del pasado día 21 de febrero en Curros, un negocio de la calle Feria, en la esquina con Correduría. Allí pidió varias consumiciones, se las tomó y pidió más. Como no había pagado las primeras, la camarera se negó a servirle nada más hasta que no abonara lo que debía. 

Esto hizo que el Boxeador saltara detrás de la barra, cogiera un cuchillo del bar y amenazara con él a la camarera. Le colocó el arma blanca, de grandes dimensiones, en el abdomen. Aprovechó un momento en que no había nadie más en el establecimiento. Así, consiguió robar unos sesenta euros que había en la caja, la recaudación de lo que iba de mañana. Después, huyó del local y se perdió por las calles aledañas a la cafetería. El cuchillo lo tiró en la calle. 

La Policía Nacional abrió una investigación sobre el robo y tomó declaración a la víctima. Con los datos aportados por esta mujer, y después de ver la grabación de las cámaras de seguridad del establecimiento, los agentes del Grupo de Investigación de la comisaría del distrito Centro identificaron plenamente al autor de los hechos. Se trata de un delincuente peligroso, muy conocido para las Fuerzas de Seguridad que trabajan en el centro de Sevilla.

Poco después, la Policía lo detuvo en su domicilio, también en el centro de Sevilla, muy cerca de la Alameda de Hércules, como presunto autor de un robo con violencia e intimidación.

El Boxeador es un clásico entre el lumpen de intramuros, un delincuente que frecuenta la zona de la Alameda de Hércules y la plaza del Pumarejo, con multitud de antecedentes. Tiene más de 25 detenciones anteriores, muchas de ellas por delitos violentos. En su expediente hay sirlas (robos a punta de navaja), lesiones, atentado a agente de la autoridad, daños y varios arrestos por reclamaciones judiciales. 

En el año 2012, por ejemplo, fue detenido por un robo en un bar de la calle Peris Mencheta, a escasos metros del lugar en el que robó el 21 de febrero. En aquella ocasión cometió el robo con dos cómplices, uno de los cuales solía vender los objetos que sustraían en un puesto del mercadillo del Jueves. En una ocasión se vio inmerso en una pelea y terminó agrediendo a los policías que intervinieron para disolver la trifulca.