Cae en Nervión uno de los estafadores más buscados de España
La Policía Nacional arresta al estafador del bizum, que tenía una veintena de reclamaciones pendientes de distintos juzgados de España
El juez lo ha enviado a prisión para que cumpla las condenas que tiene pendientes
Es un abogado sevillano de 46 años, pionero de las estafas con nuevas tecnologías
La Policía Nacional detuvo recientemente en Nervión a uno de los estafadores más buscados de España, sobre el que pesaban una veintena de reclamaciones procedentes de distintos juzgados de España. Se trata de un abogado sevillano de 46 años que lleva mucho tiempo cometiendo estafas con diferentes métodos, casi siempre relacionados con las nuevas tecnologías. Hace unos años se le conoció como el estafador del bizum, pues utilizó este sistema de pagos vía móvil para timar a taxistas de Sevilla y otras ciudades españolas. Algunas de las requisitorias que pesaban sobre él conllevan ya una orden de ingreso en prisión, ya que cuenta también con numerosas condenas en vigor.
El estafador estaba siendo buscado por varios grupos de investigación de la Policía Nacional. Una patrulla camuflada de la comisaría del distrito Nervión lo paró a principios de la semana pasada en una de las calles de su demarcación. El sospechoso intentó identificarse con una documentación falsa, pero finalmente fue detenido. Fue trasladado a la Jefatura Superior de Policía, en la avenida de Blas Infante. Al día siguiente fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción número 18 de Sevilla, en funciones de guardia, que acordó su ingreso en prisión para el cumplimiento de penas de cárcel pendientes.
Últimamente lo que hacía era llamar por teléfono a sus víctimas y simulaba ser cliente de distintos servicios ofrecidos en internet, tales como cuidadores de mascotas o servicios de ocio, entre otros. En el momento de abonar los mismos, indicaba a las víctimas que el pago se haría por adelantado a través de una plataforma de cobro on line. Así conseguía datos personales y bancarios de las víctimas, para después extraer dinero en efectivo en distintos cajeros automáticos del país.
Siete meses antes, en noviembre de 2022, la Guardia Civil lo detuvo por siete estafas relacionadas con el alquiler vacacional y cometidas en diferentes puntos de España. Por entonces tenía una treintena de denuncias y reclamaciones judiciales por todo el país, y sumaba ya una veintena de arrestos en su historial. Tras aquella detención ingresó en prisión, pero volvió a salir y ahora seguirá cumpliendo las penas pendientes.
Aquella investigación comenzó tras una denuncia interpuesta por una víctima en el cuartel de los Alcores. En ella, la persona perjudicada relataba que había sufrido una estafa al permitir que el supuesto arrendador de un inmueble para pasar las vacaciones pudiera extraer dinero de su cuenta. A esta denuncia se unieron varias, todas coincidentes en el modus operandi del autor de los hechos.
Éste anunciaba en distintas webs unas viviendas para alquilar durante el verano. Después, se ganaba la confianza de los interesados en estos alquileres, a los que contaba que necesitaba un código de autorización de los bancos de las víctimas para que él pudiera extraer del cajero un dinero que sería utilizado como depósito o fianza. Una vez con estos códigos de autorización, el sospechoso enviaba solicitudes a las entidades bancarias vinculadas a los teléfonos de los perjudicados, que utilizaba después para confirmar una solicitud de extracción de dinero a través de los cajeros automáticos.
Además de la estafa de Sevilla, la Guardia Civil logró esclarecer seis delitos más del mismo estilo. Fueron denunciados en Moaña (Pontevedra), Milladoiro (La Coruña), Chipiona y Conil de la Frontera (Cádiz), Castro Urdiales (Cantabria) y Alhaurín de la Torre (Málaga).
Por toda España
Cuatro meses antes, en julio de 2022 fue arrestado por una estafa con el teléfono móvil. Lo apresó la Guardia Civil en Mairena del Aljarafe por estafar cerca de 900 euros con la técnica del QR inverso, con la que consiguió engañar al camarero de un bar al que debía abonar una consumición. Para ello, mostró a la víctima un código QR perteneciente a su propia entidad bancaria, cuando en realidad se trataba de una solicitud de dinero. Logró que la víctima aceptara dicho aviso creyendo que era el pago de la cuenta. Además, se hizo con los datos personales y bancarios del empleado, obtuvo su clave de acceso a la aplicación bancaria y realizó varias transferencias en su beneficio.
Era la primera vez que se detectaba esta estafa en la provincia de Sevilla. Antes, había sido un pionero de las estafas mediante bizum. En la primavera del año se cebó con el gremio del taxi, a algunos de cuyos profesionales les consiguió timar cantidades que alcanzaban los 300 euros. Los propios taxistas se alertaban en sus grupos de WhatsApp de la actividad de este individuo, que se presentaba como abogado y pedía pagar con bizum alegando que le acababan de dar una tarjeta de crédito que aún no estaba activa.
El bizum
Una vez ganada la confianza del taxista, le enviaba un mensaje SMS avisando de que se le había hecho un bizum por una cantidad muy elevada (entre 200 y 300 euros), que en realidad no había hecho. Inmediatamente, ya apeado del taxi, llamaba al taxista para decirle que se había equivocado al introducir la cantidad y había marcado un cero de más, por lo que le pedía que le devolviese la diferencia. Fueron varios los taxistas que cayeron e hicieron la transferencia sin comprobar antes su cuenta para ver que no se había hecho tal bizum elevado. Se aprovechaba de que la víctima iba conduciendo y generalmente estaba en una situación de estrés.
Empezó estafando a sus compañeros abogados y procuradores, con falsas provisiones de fondos. El 25 de marzo de 2021 fue condenado en la provincia de Málaga y muchos colegios de procuradores llevaban tiempo advirtiendo de sus prácticas, que se han detectado en toda Andalucía y también en otras comunidades como Galicia, Extremadura y Cataluña.
Ante sus compañeros empleaba un modus operandi parecido al que utilizó con los taxistas. Se identificaba como abogado que iba a interponer una importante demanda o que deseaba ceder un cliente y enviaba a su interlocutor la captura de pantalla de una supuesta transferencia por el importe de la provisión de fondos. Minutos después llamaba por teléfono diciendo que se había equivocado en la cantidad y pedía la devolución inmediata de la diferencia por bizum "para cuadrar su contabilidad".
En abril de 2021, el Colegio de Abogados de Sevilla envió una circular alertando contra las mismas prácticas. "Una persona que se presenta como compañero les solicita hacerse cargo de un asunto de un cliente suyo (normalmente con la excusa de ser materia distinta a su especialidad), dando una total apariencia de veracidad, al tiempo que pide un presupuesto".
Como abogado, llegó a ejercer en Málaga en juicios de faltas, aunque después decía haberse trasladado a Madrid. Durante un tiempo estuvo de alta en el Colegio de Abogados de Sevilla y utilizó para sus estafas el correo electrónico colegial. El juzgado de instrucción 5 de Marbella le condenó el 25 de marzo de 2021 a pagar una multa de 400 euros por un delito leve de estafa y a indemnizar a un procurador en 100 euros.
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