Cañete cierra la tienda de Asunción por la bajada de las ventas

La calle Asunción pierde otro negocio emblemático. Este mes echará el cierre Cañete, una de las tiendas de referencia del barrio de Los Remedios. Su propietario, José Cañete, decide poner fin a este negocio -mantendrá abierto el de Rioja- que abrió en 1977. El motivo de dicha clausura es la bajada de las ventas. Se pone fin así a casi cuatro décadas de historia en una calle que ha perdido durante este periodo peso comercial en la ciudad. De ser vía de negocios de renombre a estar poblada de bares y franquicias de artículos de bajo coste. Las obras del Metro y la peatonalización están detrás de este cambio.

Fue en 1977 cuando José Cañete, ya convertido en un sastre de referencia de la ciudad, decidió abrir un tercer negocio en Sevilla. Su aventura comercial comenzó en 1963, cuando se puso en marcha la tienda de la calle Rioja, sede principal de esta enseña sevillana. En 1975 hizo lo propio en la calle Tetuán y dos años más tarde probó suerte en Los Remedios. Cuando han pasado 37 años pone fin a la presencia en la calle Asunción, donde ha mantenido durante este tiempo la tienda en el número 26 de la citada vía.

El principal motivo de la clausura es la bajada de las ventas de este establecimiento. "Además, el contrato de arrendamiento está sometido a mi vida laboral, en el momento en el que me jubile, se extingue", explica este afamado sastre sevillano que cuenta ya con 76 años. En este local trabajan actualmente tres empleados y en palabras de Cañete, "siempre ha funcionado como una sucursal del que tenemos en la calle Rioja".

Detrás del descenso de los ingresos se encuentra el cambio radical sufrido en Asunción. Poco tiene que ver con la calle en la que estrenaba su tercera tienda en 1977. "Ha dejado de ser una vía comercial de primera categoría para convertirse en una de tercera y hasta de cuarta", subraya Cañete, quien apenas encuentra semejanza con la "pujanza" de la la década de los 80 y 90.

No es el primer comerciante de la zona que advierte de este cambio negativo. Muchos propietarios de tiendas de referencia del barrio se han pronunciado en dicho sentido los últimos años. Para Cañete hay una fecha que marca el inicio del declive: el año 2003. Fue entonces cuando se iniciaron las obras del Metro, que dejaron cerrada buena parte del barrio de Los Remedios al tráfico, lo que hacía casi imposible el acceso a la calle Asunción. "Cuando concluyeron estos trabajos la actividad empezó a revitalizarse, pero entonces llegaron las obras de peatonalización, lo que obligó a tener cerrada la calle un periodo bastante largo", señala Cañete, para quien esta "limitación" provocó un cambio de tendencia en los clientes habituales. "Es muy difícil que vuelvan allí después de que se hayan acostumbrado a comprar en otras zonas por la dificultad de acceso", explica este sastre.

Los efectos se han sentido mucho en las arcas de los negocios. En Cañete, por ejemplo, se ha pasado de lograr las mismas ventas que en la de Rioja a perder un 40%. "Ahora tenemos una calle con bares, familias sentadas en los bancos y niños jugando, pero eso no deja dinero en las tiendas", reflexiona este comerciante.

"No dejo la sastrería. Moriré con los patrones en la mano"

José Cañete apenas tiene tiempo de conceder una entrevista. Su labor como sastre en la tienda de la calle Rioja, local que es de su propiedad, sólo le permite diez minutos para hablar de su vida profesional. No ha acabado de irse un cliente cuando ya se ha metido otro en el probador para que le tome medidas. Por allí han pasado altos ejecutivos de empresas, famosos y hasta un presidente francés, Nicolás Sarkozy, a quien este afamado sastre le realizó un traje antes de que alcanzara la Presidencia gala. Pero si ha habido un encargo especial en todos estos años de trabajo ése no ha sido otro que la túnica que le confeccionó al Gran Poder. No sólo él, sino muchos de los dependientes de la tienda de la calle Rioja han labrado una gran amistad con los clientes por el trato personalizado que dispensan. Casado, Zapata, Mari Carmen o su hijo José María forman parte de la historia de un negocio que es referente del comercio tradicional sevillano. Cañete, que abrió la primera tienda con 24 años, define así su futuro: "No dejaré la sastrería. Moriré con los patrones en la mano".