El asesino de Marta del Castillo no colaborará más con la Justicia, si es que alguna vez lo hizo. Miguel Carcaño ha hecho llegar al juez del caso una carta en la que le explica que ya no tiene "nada más que decir" sobre el paradero del cadáver de la adolescente asesinada la noche del 24 de enero de 2009. Mientras tanto, la Policía apura la búsqueda en la escombrera de Camas, en la que lleva casi dos meses removiendo el terreno para tratar de hallar algún indicio que lleve a localizar los restos de Marta.

Tras el hallazgo de 217 huesos humanos muy antiguos, el pasado 7 de abril, Carcaño fue trasladado de nuevo a la cárcel de Herrera de la Mancha (Ciudad Real), donde cumple su condena de 21 años y tres meses por el asesinato de Marta del Castillo. Antes, Carcaño había sido llevado a la prisión de Sevilla I, desde donde era llevado casi a diario en un coche camuflado hasta la escombrera de Camas. Allí les dijo a los policías que participan en la búsqueda -los agentes del Grupo de Menores y el comisario de Policía Judicial, José Martínez de Mandojana- que se había deshecho del cuerpo arrojándolo a una zanja situada tras un muro de la parcela, junto a una torre de la luz.

No fue una declaración oficial ante el juez de Instrución 4 de Sevilla, Francisco de Asís Molina, como sí lo fueron las otras siete versiones anteriores. Estas declaraciones llevaron a buscar el cuerpo de Marta en el río Guadalquivir, en un vertedero de Alcalá de Guadaíra, en dos zanjas de Camas próximas a la casa de la novia de Carcaño y en la finca Majaloba, en La Rinconada, entre otros escenarios. A la escombrera en la que se busca actualmente el cadáver no llegó la Policía por boca de Carcaño, sino que lo hizo a través del estudio de la posición de su teléfono móvil la noche de autos.

Para reforzar la teoría de la escombrera, Carcaño fue sometido en un hospital de Zaragoza el pasado 6 de marzo a la prueba del P300. En ella se le mostraron imágenes de esta parcela de Camas y se le hicieron preguntas relacionadas con ella. Sin embargo, tras casi dos meses de búsqueda y tras casi 1.500 metros de terreno examinados, la Policía no ha hallado nada relacionado con Marta del Castillo.

Ahora el asesino ha enviado una carta al juez del caso en la que le comunica su voluntad de no participar en nuevas diligencias de búsqueda del cadáver, "sea cual sea su naturaleza". También se opone a ser excarcelado para colaborar en las labores de rastreo, ya que, según él, ya ha dicho "todo lo que tenía que decir". Hasta ahora, sus testimonios habían sido siempre las llaves de una investigación que, de momento, sigue sin dar sus frutos.