La empresa Casal, cuyos trabajadores están en huelga esta semana, denunció ayer sabotajes protagonizados por piquetes informativos para impedir la salida de vehículos, así como el apedreamiento a un autobús de transporte escolar cuando llevaba a los niños a un colegio de Sevilla. El presidente del comité de empresa, José Manuel de la Portilla, desvinculó al sindicato convocante de la huelga de "cualquier acto violento".

El sindicalista reconoció como la única incidencia la retirada de un vehículo de transporte escolar porque no funcionaba el mando de seguridad. Pero el gerente de la empresa de autobuses Casal, Luis Martín, denunció que un grupo de sindicalistas lanzó piedras a un autobús con niños a bordo. Afortunadamente no se registraron daños personales. Martín criticó ayer que los sindicatos no están respetando los servicios mínimos y muestra de ello es que han recurrido a los sabotajes cortando las correas de los motores de algunos vehículos y el apedreamiento a 15 coches. "En esta situación de chantaje y presión no vamos a negociar", incidió el gerente de Casal. La empresa de transportes ya ha denunciado esos actos a la policía.

El gerente ha asegurado desconocer las reivindicaciones sindicales relacionadas con la mejora de las condiciones de seguridad de los vehículos y económicas. El responsable de empresa remitió a la negociación abierta del convenio provincial del sector.

Los trabajadores reclaman mejoras salariales, ya que los sueldos están por debajo de los 1.000 euros mensuales, así como de las condiciones de trabajo y de seguridad, puesto que en algunos casos las jornadas superan más de trece horas al día. La empresa Casal, que cubre rutas dentro de Sevilla y también enlaza la capital con pueblos como Carmona, Alcalá, El Viso del Alcor y Mairena del Alcor, transporta diariamente a unas 40.000 personas, si bien, debido a las dificultades ocasionadas por la huelga, no llegan a más de un 10 por ciento estos días.