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sevilla/La chirigota Daddy Cadi ha logrado el segundo premio del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas (COAC) de Cádiz, lo que supone la mejor clasificación de una chirigota sevillana en sus participaciones en el Falla. El primer premio ha sido para La maldición de la lapa negra de Manolo Santander, el tercero para Los Quemasangre del Selu y el cuarto para Las cosas del destino. Los sevillanos fueron los que más cerca estuvieron de Santander y los suyos al decidirse la victoria por menos de un punto, concretamente por 99 centésimas.
Así, la chirigota de Manolo Santander se llevó el primer premio con 702,30 puntos, por los 701,31 sumados por la chirigota de Pablo de la Prida y Jesuli Benárquez.
El acento sevillano también ha marcado la final de la mano de Antonio Pedro Serrano El Canijo, que este año dio descanso a su chirigota pero firma la autoría junto a Julio Pardo del coro El Batallitas, toda una institución de la capital gaditana, y que se ha alzado en esta final con el tercer premio de su modalidad.
El grupo de Pablo de la Prida y Jesús Benárquez cayó de pie en el Falla. Desde su pase en preliminares, en el que cerró como cabeza de serie una de las primeras sesiones, se convirtió en una de las de más repercusión. Su tipo de reguetoneros, acompañado de unas grandes interpretaciones, música actual y mucho arte la han llevado hasta la final pese a que en algunos de sus siguientes pases no firmaron una actuación tan redonda en las partes del repertorio que están obligados a cambiar (pasodobles y cuplés).
La presentación y el popurrí gustaron mucho desde primera hora y no han perdido pegada en cuartos ni semifinales. A esto ha ayudado los cambios puntuales que han ido introduciendo para no restarle frescura en un concurso en el que hoy día todo llega más que mascado a la final por su retransmisión televisiva o vía internet de principio a fin. Uno de los más destacados es el de la primera cuarteta de popurrí sobre autores carnavaleros de renombre.
La genialidad de este inicio de la última pieza del repertorio ha ido in crescendo con nuevos protagonistas en cada sesión, a excepción de Paco Alba, el creador de la comparsa acaba bautizado como El fadhel a ritmo del Llega a esta tierra un barquito en versión reguetonera. Otro recurso al que han sabido sacarle partido ha sido a un error en una de las cuartetas en su primer pase que han acabado convirtiendo en un remix para reírse de sí mismos.
Estas credenciales han hecho que el publico los haya llevado casi en volandas hacia a la final pese a un pequeño traspiés de letras de cuartos de final que acabaron remontando gracias a su popurrí. Ya en semifinales, un pasodoble homenaje a Manolo Santander, uno de sus rivales en el concurso y defensor de la chirigota clásica y de Cádiz, y un cuplé sobre su bombista, otro de sus fuertes en las introducciones de estas piezas, acabaron sellando su pase a la final junto a Las cosas del destino, La maldición de la lapa negra, de Santander, y Los Quemasangre, del Selu.
El pase a la final no le ha llovido del cielo al grupo De la Prida y Bernárquez. Su humor sin filtros y su descaro, junto a unas ideas llamativas y tipos llamativos, son su sello. Desde que en 2011 presentaran a concurso a los Los sgayderman, la chirigota ha ido en clara trayectoria ascendente hasta convertirse en una de las agrupaciones esperadas en el Falla. Sólo Estamos en casa (2013) y la de su debut no superaron la primera fase. ¡No me ralles! abrió la veda de los cuartos en 2012.
Luego repetirían ¡Cogerlo ahí! (2014), las vírgenes de La mare que lo parió (2015), las Isabel Pantoja de Yo soy presa (2016) y los rey Juan Carlos de Esta chirigota cae bien (2017). El año pasado, con las figuras del toreo Una corrida en tu cara, accedieron por fin a semifinales, el preludio de la final que han logrado este año.
Las agrupaciones sevillanas han ido ganando peso y calidad en el Falla en los últimos años. Desde que la chirigota de José Antonio Alvarado lograra el hito de ser el primer grupo sevillano en una final en 2006, logrando un tercer premio, la relevancia de la provincia en el concurso ha ido creciendo, con la chirigota como modalidad más destacada. El mismo grupo repitió final y tercero en 2011 con Los niños cantores de Viena o de Manolete. La última agrupación en pelear premios fue la del Antonio Álvarez El Bizcocho en 2017, este año semifinalista con Los jarabe de palo.
El velatorio de Manué de No te vayas todavía también fue el pelotazo del Falla ese año. Estuvo cerca del primer premio pero finalmente quedó tercera lastrada por la mala puntuación de preliminares, más achacable a su falta de nombre que a su calidad. La remontada no le dio para firmar el hito alcance de Daddy Cadi, pero el modelo del certamen cambió por la injusticia que supuso.
La agrupación de De la Prida y Benárquez ya son parte de la historia sevillana en el Falla. En chirigotas, aunque con grupo de Cádiz, ya derribaron una barrera los autores El Canijo y Manuel Álvárez Seda. El primero tiene en su haber tres primeros premios con Los que salimos por gusto (2005), Los Juan Palómez, yo te lo guiso y tú te lo comes (2007) y Ricas y Maduras (2011). El segundo otros tantos triunfos con el gaditano Kike Remolino Las Pito-risas (2008) y Salón de belleza El Tijerita (2009); y junto al mítico grupo del Love con Los puretas del Caribe (2012).
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