Salud

La Sanidad sevillana se conjura para salvar la Atención Primaria

La manifestación en defensa de la sanidad pública en Sevilla.

La manifestación en defensa de la sanidad pública en Sevilla. / José Angel García (Sevilla)

Las protestas se contagian. Y la llama encendida por decenas de miles de personas que abrieron la veda en Madrid para denunciar el maltrato a la sanidad pública por parte de Isabel Díaz Ayuso ha encontrado gasolina en otras comunidades autónomas ya caldeadas. Andalucía no escapa de ese incendio sanitario y Sevilla ya fue ejemplo de ello el pasado fin de semana cuando miles de personas se echaron a la calle en defensa de la sanidad pública.

Pero "esto sólo ha sido el principio", decían entonces algunos de los convocantes de la protesta. El contagio del descontento de los profesionales sanitarios amenaza, incluso, con la posibilidad de una huelga de batas blancas a finales de enero. En el foco, la Atención Primaria, la puerta de entrada del sistema sanitario tildado por aquellos que trabajan por mejorarla como la hermana pobre del sistema.

Una crisis ante la que hay que actuar y hay que hacerlo ya porque el tiempo apremia y el problema se agudiza. ¿Cómo? En este reportaje vamos a desgranar las claves para entender por qué la Atención Primaria languidece y, sobre todo, qué se está haciendo y se debe hacer para parar el incendio sanitario en Andalucía. El problema se vive desde tres frentes diferentes: personal sanitario, Administración pública y pacientes. Diario de Sevilla ha logrado recoger la visión conjunta de la situación actual a través de las miradas de tres de los factores directamente implicados y su opinión sobre en qué punto se encontrará esa puerta de entrada al sistema sanitario en los próximos años si no se actúa.

"Es clave desvincular la atención urgente de la programada"

Desde el Sindicato Médico de Sevilla, su presidente, Rafael Ojeda, se remonta al origen de la crisis. "En España se hizo una apuesta muy ambiciosa a finales de los años 70 con el reconocimiento de la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria, situando la Atención Primaria como el eslabón en el que quedarían solucionados muchos problemas de salud, sin llegar al ámbito hospitalario. Se hizo una buena inversión y había mucha ilusión en el sector", explica. No obstante, "la alegría duró poco", advierte. "Esa apuesta empezó a desinflarse por falta de inversión y el nivel asistencial ambicioso que se le dio en un principio a la Primaria empezó a limitarse y el médico de familia se vio obligado a asumir cada vez más trámites burocráticos y a sufrir limitaciones para la realización de pruebas complementarias y diagnósticas. Con lo cual todas las ilusiones se derrumbaron", añade.

El presidente del Sindicato Médico de Sevilla, Rafael Ojeda. El presidente del Sindicato Médico de Sevilla, Rafael Ojeda.

El presidente del Sindicato Médico de Sevilla, Rafael Ojeda. / M. G.

Y así llegamos al escenario actual. ¿A qué se debe esta desbandada general que está dejando sin profesionales sanitarios a la Atención Primaria, y sobrecargando hasta niveles difícilmente soportables a los que quedan al pie del cañón? Los entrevistados coinciden en que no sólo se trata de un problema económico y aluden a varias explicaciones, entre ellas, destacan los salarios poco competitivos en relación a otras especialidades médicas, pero hay muchos más. Enormes cargas de trabajo y una escasa incentivación que dificulta la llegada de nuevos profesionales también están detrás de esta crisis. Según indican, todo se traduce a una causa principal que podría englobar a todas los anteriores: la falta de financiación.

"Es el resultado de ajustar, ajustar y ajustar. La inversión en Primaria tiene que mejorar muchísimo. Somos la segunda Comunidad de España con menos inversión en este servicio. Eso se traduce en la limitación de la capacidad de los médicos para hacer pruebas complementarias, limitación de la contratación de médicos, sobrecarga de las agendas... En definitiva, en hacer un sistema que no funciona porque no tiene recursos suficiente para funcionar y eso acaba desincentivando completamente el ejercicio de la Atención Primaria", destaca y advierte: "Eso hace que muchos médicos, o bien no eligen la especialidad, o bien, la eligen y, cuando la terminan, se dan cuenta de que prefieren repetir el MIR y hacer otra especialidad o marcharse al extranjero o, incluso, a las urgencias de los hospitales".

Desde las trincheras, cortar esa desbandada de médicos empieza por "limitar las agendas", destaca Ojeda. "Que no recojan más de 30 ó 35 pacientes sería lo razonable para no encontrarnos con un profesional sobrecargado y cansado en consulta", destaca. Para ello, es clave "desvincular la atención urgente de la programada", defiende Ojeda. "No puede ser una consulta se arranque con una agenda con 30 pacientes y se acaben viendo más de 70", apostilla y crítica la estrategia de la Consejería de la llamada demora cero. "Es el autoengaño de la Consejería. El paciente no espera para ser visto, pero es a costa de un profesional quemado y que sólo va a contar con dos minutos para verlo. Eso no es una solución a este problema".

En esta línea, Ojeda apuesta por la aplicación de la continuidad asistencial, pero "con garantías". "Es algo que llevábamos años reclamando y se consiguió, que el médico que voluntariamente quiera pueda extender su jornada a la tarde para poder ver a todos sus pacientes, pero como no hay dinero no se está haciendo en la práctica porque requiere de un mecanismo automático y no con las trabas que tiene ahora mismo", lamenta.

"Tenemos que priorizar la labor asistencial del médico"

En el Colegio de Médicos de Sevilla, reconoce su presidente, "se está trabajando mucho" en este tema. Alfonso Carmona atiende a este medio tras mantener numerosas reuniones con su equipo. El resultado es una "tormenta de ideas" que el órgano colegial considera "las bases para iniciar el cambio".

El presidente del Colegio de Médicos de Sevilla, Alfonso Carmona. El presidente del Colegio de Médicos de Sevilla, Alfonso Carmona.

El presidente del Colegio de Médicos de Sevilla, Alfonso Carmona. / Juan Carlos Vázquez

Carmona echa en falta una mayor comunicación entre médicos y Administración sanitaria. "Lo primero que hay que hacer es reunirse. Que un grupo de médicos seleccionados entre los que están en el día a día en la batalla se sienten periódicamente con la consejería y expongan de forma fehaciente y con transparencia las mejoras que necesita la Atención Primaria", explica. Otros puntos, coincidiendo con Ojeda, son la desburocratización y la limitación de las agendas. "Para lo primero hay personal administrativo de sobra que podría encargarse de esos trámites que al médico le sobran. Tenemos que priorizar la labor asistencial del médico", destaca. Para reducir la sobrecarga, la apuesta del Colegio de Médicos es establecer "filtros". "Hay que filtrar la actual demanda de la actual asistencia sin límites", explica.

Otras medidas por las que abogan los médicos sevillanos para salvar de la quema la Atención Primaria y hacerla atractiva para los nuevos profesionales pasan por incentivar económicamente las zonas de difícil cobertura, ahora solamente premiadas con mayor puntuación en bolsa; definir estratégicamente los grupos de máximos pacientes, teniendo en cuenta las características de la población a la que da servicio, más o menos envejecida y, por ende, con mayores o menores necesidades asistenciales; rediseñar el modelo de la Carrera Profesional, que el médico de familia tenga igualdad de condiciones formativas o de investigación que el especialista en un hospital; pensar en la posibilidad de una jornada única continuada en los centros de salud, reorganizando los horarios de apertura de los centros, favoreciendo la conciliación familiar del personal; establecer procesos ágiles de laboralización y estabilización de los profesionales con dinámicas ágiles de traslados; la homogeneización de todas las áreas de salud, que un profesional no se vea limitado por prestar asistencia en un ambulatorio alejado de las grandes áreas urbanas; y, "lo más importante", destaca Carmona, buscar médicos. 

"La Atención Primaria se puso en marcha a principios de los años 80 y eso quiere decir que un altísimo porcentaje de los facultativos están al borde de la jubilación, porque ya han superado su etapa laboral. Hay que buscar médicos y la carrera de Medicina dura lo que dura, así que ya vamos tarde. Tenemos que apostar más por la homologación de los títulos extranjeros. Pueden ayudarnos a paliar esa falta de profesionales a la que nos enfrentamos", defiende.

"Las enfermeras tienen que ganar competencias"

Sin salir del gremio, el denominador común del problema se repite en la otra pata fundamental del sistema sanitario: la enfermería. La falta de inversión y la falta de reposición de profesionales también ha llevado a este colectivo al límite. La clave para salir del agujero, según el presidente del Colegio de Enfermería de Sevilla, Víctor Bohórquez, es "cambiar el modelo asistencial". "Hay que cambiar estructuralmente y eso tiene que ser reorganizado por la Consejería. Centrar al paciente en el eje del sistema de forma transversal y no piramidal que es como se está trabajando ahora", afirma.

El presidente del Colegio de Enfermería de Sevilla, Víctor Bohórquez. El presidente del Colegio de Enfermería de Sevilla, Víctor Bohórquez.

El presidente del Colegio de Enfermería de Sevilla, Víctor Bohórquez. / M. G.

En ello, "la enfermería tiene mucho que decir", defiende Bohórquez, que reivindica mayores competencias para el colectivo, pero con respaldo jurídico. "Que podamos trabajar sin incumplimientos a nivel jurídico", insiste. Hace alusión el presidente de las enfermeras sevillanas a la consulta de acogida, la gran apuesta del equipo de la consejera Catalina García. "La estábamos pidiendo y ya está ahí, pero hay muchos aspectos para los que seguimos dependiendo de una supervisión por no estar claras nuestras competencias. La Consejería sigue sin implementar las especialidades de la enfermería en Atención Primaria. Tenemos profesionales con competencias, conocimientos y un bagaje que podría paliar la falta, por ejemplo, de pediatras, que pueda asistir y pasar consulta y hacer las derivaciones que considere, pero no se le da ese marco de competencias para que pueda ejercer esa especialidad", argumenta. Como consecuencia, lamenta, "seguimos formando especialistas que se nos van desde la propia formación a otras comunidades".

En el actual escenario de escasez de profesionales, las comunidades autónomas ven cómo la fuga de enfermeras ha derivado en una feroz competencia a tres niveles: con el sector hospitalario; entre las propias regiones españolas, que luchan por atraer a profesionales de otras comunidades autónomas con mejores condiciones laborales; y con otros países europeos, cuyos salarios duplican e incluso triplican a los españoles, además de que la carga de trabajo es mucho menor.

En esta línea, el enfermero es partidario de establecer una especie de "pacto de no agresión" desde el propio Consejo Interterritorial del Ministerio de Sanidad para paliar una fuga de profesionales sin freno. "Sigo firmando todos los meses traslados a otros Colegios de otras comunidades con mejores condiciones", advierte Bohórquez. "Hay que marcar líneas estratégicas a nivel del Consejo Interterritorial para evitar esto. Fijar unos mínimos de equiparación salarial donde todas las comunidades abonen lo mismo porque eso es buena parte del problema al que estamos haciendo frente y la salud es un problema que nos atañe a todos. No porque formemos más profesionales con más plazas en la Universidad se van a aumentar las ratio porque después vienen comunidades que tienen mejores condiciones y se los llevan", defiende. "La mentalidad ha cambiado, la gente joven no suele tener ataduras familiares o económicas hasta ciertas edades y eso, unido a las condiciones que se tienen aquí, redunda en que me vaya", añade.

En definitiva, apunta Bohórquez, "no es sólo la falta de recursos que ya ha sido reconocida por la Consejería, es igualmente importante evaluar esos recursos y saber si esas líneas de trabajo que se han implementado son las correctas y están bien definidas".

"Las enfermeras tenemos que poder optar a puestos de gestión"

También desde el principal sindicato de enfermería, Satse, su secretaria provincial en Sevilla, Reyes Zabala, pide paso a las enfermeras. "Está demostrado que en aquellos centros donde gestionamos, funcionan mejor y los resultados son mejores, pero el SAS nos discrimina desde la base al no reconocernos el grupo A que nos corresponde porque también somos grado universitario", lamenta.

Para Zabala, la Administración tiene que pensar que tiene tres retos ante sí, y debe ser competitiva a tres niveles. Es decir, recuperar la esencia enfermera de la Atención Primaria, permitiendo hacer prevención y promoción de la salud; mejorar la fidelización del personal; y mejorando condiciones laborales, que atraigan a los nuevos profesionales.

La secretaria provincial de Satse en Sevilla, Rayes Zabala. La secretaria provincial de Satse en Sevilla, Rayes Zabala.

La secretaria provincial de Satse en Sevilla, Rayes Zabala. / M. G.

"Ahora mismo la Atención Primaria está atendiendo fundamentalmente problemas de salud. En materia de prevención se han disminuido muchísimo nuestras labores, las podemos limitar a la vacunación. Hay muchísimos programas y mucha actividad de enfermería dentro de lo que es la prevención y promoción de la salud que se han tenido que dejar de lado por la falta de recursos humanos. Por ello es fundamental el incremento de profesionales de enfermería y fisioterapeuta. Es la base de todas las mejoras. Y aquí no se puede decir que no hay enfermeras ni fisioterapeutas, los hay, pero se dejan ir", denuncia la sindicalista.

Por ello, apuesta por fidelizar a los profesionales. "No se pueden dar contratos en precario, de poca duración, porque los profesionales se van a otras comunidades autónomas o se van a otros países europeos. Si se quiere potenciar la Atención Primaria, la fidelización de los profesionales y los contratos estables son fundamentales. Hay que dotar de más profesionales las plantillas estructurales, basta ya de la temporalidad", sentencia. "La situación que tiene ahora mismo la sanidad viene derivada de esa precariedad laboral que hemos tenido durante años y de esos contratos precarios que no han fidelizado a los profesionales y se nos han ido. No es sólo cuestión de salarios. Y eso es un problema que se puede remediar por parte de Administración sanitaria, pero, por supuesto pasa, porque Andalucía invierta más presupuesto en sanidad", añade y apunta a situaciones "inadmisibles" como las que vive el servicio de Urgencias y Emergencias Extrahospitalarias de Atención Primaria (SUAP) "como que no se les abone los conceptos retributivos el trabajo realizado en noches, fines de semana, festivos y a turnos", exigiendo soluciones.

Distintas visiones de un mismo camino y con un único perjudicado, el sistema sanitario público, que sigue sin remontar tras la paliza de la pandemia y que, tras acumular años de deterioro, atisba un futuro nada esperanzador por la inminente jubilación de buena parte de sus plantillas. Un "escenario insostenible", en palabras de Rafael Ojeda, desde el Sindicato Médico de Sevilla, para el que se necesita "diálogo", como defiende Carmona en el Colegio de Médicos de Sevilla; "cambios en el modelo asistencial", según Bohórquez como portavoz de las enfermeras sevillanas; y "voluntad política", como sentencia Zabala, en boca del sindicato Satse. 

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