Código Alfa, paso a la ambulancia

Mantener un cuerpo con vida el máximo tiempo posible para que, en caso de muerte, no se pierdan los órganos. Éste es el objetivo del nuevo protocolo de la Policía Local de Sevilla, denominado código Alfa, mediante el cual los patrulleros de este cuerpo facilitarán a los servicios de emergencia el traslado de estos pacientes críticos a la unidad de Urgencias del Hospital Virgen del Rocío.

El protocolo se activó el 17 de febrero y en las tres semanas que lleva en vigor ya hubo que aplicarlo en una ocasión. Ocurrió el 28 de febrero, cuando una persona fue atendida por el servicio de emergencias sanitarias del 061 en estado crítico en la avenida de la Soleá, en el Polígono de San Pablo. Un coche de la Policía Local abrió paso a la ambulancia, que tardó doce minutos desde que recibió el aviso hasta que el paciente ingresó en el hospital.

La importancia de realizar estos traslados con rapidez es máxima, ya que los órganos sólo aguantan unos minutos si el paciente ha muerto. El protocolo se lleva a cabo a través del 112 y la secuencia es la siguiente: el equipo de emergencias del 061 que está realizando las maniobras de reanimación al paciente informa a la coordinadora de trasplantes. Si ésta da el visto bueno a una posible extracción de órganos, el 061 pasa el aviso al 112 y éste lo reenvía a la Policía como código Alfa.

El operador de transmisiones de la Policía Local asignará el servicio al patrullero más próximo al lugar donde se encuentra la ambulancia que va a realizar el traslado. Si el código Alfa se activa como consecuencia de un accidente de tráfico en el que ya se encontrase actuando un patrullero de la Policía Local, el operador de la sala de transmisiones asignará el servicio a un segundo vehículo, el que estuviese más cerca del lugar del siniestro. El primero se quedaría trabajando en las tareas habituales en un accidente, como garantizar la seguridad de otros conductores, retirar los vehículos implicados o solicitar la limpieza de la vía.

Una vez iniciado el traslado, el operador de la sala activará un código al resto de la plantilla, para que el canal de radio que utiliza la Policía permanezca en silencio hasta que el traslado finalice. El patrullero que actué en el código Alfa hará de coche piloto de la ambulancia, para que ésta no se detenga nunca y mantenga una velocidad constante, siempre entre los 30 y los 50 kilómetros por hora. Este coche piloto velará por que el recorrido que se haga sea el más rápido, teniendo en cuenta las calles que puedan estar atascadas o cortadas por obras o por alguna manifestación.

Mientras, la sala mandará a otro patrullero a la puerta de Urgencias del hospital para que retire todos los vehículos que puedan estar obstaculizando el acceso de la ambulancia. Si el código Alfa se activa fuera del término municipal de Sevilla y el vehículo piloto de la ambulancia fuera un coche de la Guardia Civil, los policías locales se encargarán de informar a los agentes de la Benemérita para que éstos sepan cuáles son los accesos a la ciudad más adecuados y los que están en ese momento más despejados de coches. Una vez que llegue al casco urbano, un coche de la Policía Local guiará a ambos vehículos hasta el hospital.

Cuando sea preciso localizar a los familiares de las víctimas, los policías tendrán que ponerse en contacto con ellos para avisarles de la necesidad de que comparezcan cuanto antes en el hospital y se pongan de manera inmediata con la admisión de Urgencias del Virgen del Rocío. Si el hospital no consigue contactar con la persona que espera un órgano, este protocolo también contempla que sean los policías locales quienes vayan a su casa o al lugar en que se encuentre a buscarlo y traerlo hasta el Virgen del Rocío para que se realice el trasplante de manera inmediata.