Confusión y poco tráfico en la Ronda con sentido único
La reforma de la circulación Primera jornada con los vehículos en una sola dirección
Decenas de conductores ignoraban ayer la reordenación que el Consistorio ha puesto en marcha en esta avenida
La primera jornada con la Ronda en sentido único estuvo marcada fundamentalmente por la confusión de los conductores y por el escasísimo volumen de tráfico propio de un domingo de agosto en Sevilla que hizo que el día transcurriera sin incidencias ni atascos. Cualquier análisis sobre la nueva configuración de esta gran arteria de la ciudad que se haga sobre la jornada de ayer es ficticio y alejado de la realidad. Habrá que esperar no sólo a hoy, sino al mes de septiembre, para empezar a calibrar el impacto de esta medida sobre el tráfico de la ciudad, teniendo en cuenta sobre todo que no existen vías alternativas al sentido único establecido.
De ayer sí llama la atención el blindaje que el Ayuntamiento hizo de la Ronda, colocando una pareja de policías locales en cada cruce y atravesando un patrullero en los puntos más conflictivos. Este dispositivo no evitó, sin embargo, que un conductor remontara la calle León XIII hacia la Ronda, en un sentido que desde el viernes está prohibido, justo en el momento que el concejal de Movilidad, Francisco Fernández, pasaba por allí.
Más que como policías, los miembros de la fuerza municipal trabajaban ayer como punto de información. "Disculpe, agente, tengo un garaje ahí y el Ayuntamiento todavía no me ha mandado el pase para poder entrar en el carril del autobús, ¿puedo pasar o no?". "Oiga, guardia, ¿viniendo desde aquella calle se puede cruzar la Ronda para entrar en la gasolinera?". "¿Las motos tampoco pueden ir por el carril bus? ¿No? ¿Pues no decían que sí?". "Sólo taxis y autobuses", responde el policía e indica con el brazo al motorista que tiene que dirigirse obligatoriamente hacia el Prado.
Quizás el punto más delicado del proyecto sea la confluencia de la Ronda con la Carretera de Carmona. Las marcas viales y unos separadores de plástico azul obligan a girar a la derecha a dos de los tres carriles que vienen de la Puerta Osario. El tercer vial, el de la izquierda, queda reservado para taxis y autobuses, que tienen que realizar una maniobra para rebasar los hitos y poder incorporarse al carril que les permite circular en sentido contrario al establecido. En esta maniobra pueden encontrarse con los coches que vienen de frente en el sentido único.
En ese mismo cruce coinciden también los vehículos que giran desde la Ronda hasta la Carretera de Carmona, por lo que en la entrada de esta avenida se forma una especie de embudo. El policía que regulaba el tráfico frente al antiguo Bazar España era quizás el más atareado de todos los que componían el dispositivo. En apenas un cuarto de hora tuvo que impedir el paso a más de una decena de coches que intentaban girar a la derecha desde la Carretera de Carmona, por mucho que lo prohíba una placa, que lo indique la flecha del semáforo y otra señal diga que el carril reservado está vigilado por cámaras de vídeo.
Los conductores no se conformaban con el gesto del policía y querían que les explicaran por qué no se podía pasar por aquella calle, con la consiguiente parada en mitad de la vía y la maniobra para dar media vuelta. Aún no están pintados los pasos de peatones, pese a que se ha colocado en el suelo la inscripción "Atención, peatón, mire a su izquierda". Tampoco están instalados todos los separadores. Sobre el asfalto recién colocado permanecen los agujeros donde teóricamente irán los pivotes y un detalle que revela la rapidez con la que se han hecho los trabajos: el piso está sucio porque los operarios que hicieron estos hoyos los realizaron antes de que la pintura se hubiera secado.
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