Demetrio Pérez apela al fin del "clientelismo" y abre la pugna por el control del PSOE

Alrededor de 500 militantes y responsables políticos arropan al candidato del sector crítico en su presentación · El todavía delegado del Gobierno de la Junta en Sevilla ha puesto su cargo a disposición del presidente Manuel Chaves

La consejera de Justicia y Administración Pública, Evangelina Naranjo.
La consejera de Justicia y Administración Pública, Evangelina Naranjo.
Trinidad Perdiguero / Sevilla

14 de junio 2008 - 05:03

La presentación de Demetrio Pérez, delegado del Gobierno de la Junta, como candidato a la Secretaría del PSOE de Sevilla frente a la dirección de José Antonio Viera, hizo ayer oficial y abierta la pugna por el control del partido en una provincia estratégica, donde los socialistas tienen más militantes y gobiernan en más instituciones. Pero donde, también, deben consolidar sus liderazgos, después de que en el anterior congreso la ejecutiva de Viera -que enarbola los resultados electorales y defiende que ha integrado a todos- se forzara para defenestrar al que hasta entonces era la voz de mando, José Caballos. El duelo se dirimirá en el congreso del próximo 19 de julio.

Pérez anunció que ha puesto su cargo a disposición del presidente de la Junta y tiene el 28% de los avales, lo que supone 120 de los 429 delegados que votarán en el congreso de forma "secreta", según subrayó el alcalde de El Viso, Manuel García, erigido en portavoz de la candidatura, quien también recordó que referentes importantes, como el propio Caballos, todavía no se han pronunciado, y bastantes agrupaciones han elegido delegados sin fijar el voto.

En esta primera demostración de fuerza, el también secretario del PSOE de Mairena -cuyo alcalde, con el que mantiene un abierto enfrentamiento, apoya a Viera- logró congregar a cientos de personas. Más de 500, según los organizadores, en el hotel Al Andalus, donde el pasillo estuvo casi tan abarrotado como la sala. Se cuidó la puesta en escena: autocoll, música, sillas dispuestas en forma de U, alfombra roja y un lema: Nuevo ciclo, nuevos retos, socialistas sevillanos, al que, durante el discurso, Pérez añadió el Yes, we can con el que el candidato demócrata a la Presidencia de EEUU, Barack Obama, se ha impuesto a la supuesta favorita Hillary Clinton.

En una presentación en la que las caras eran tan importantes como los mensajes - nada de "clientelismos", "claridad y transparencia interna", "cambio generacional" y "más autonomía para las agrupaciones locales"- no faltaron críticos que ya se habían posicionado: miembros del gobierno de Alfredo Sánchez Monteseirín (de viaje a Zaragoza), como Alfonso Gómez de Celis, Francisco Fernández, Nieves Hernández o Encarnación Martínez; gerentes de empresas municipales, como Manuel Marchena, Guillermo Gutiérrez, Miguel Ángel Millán. Tampoco dejó sólo a Demetrio Pérez la consejera de Justicia, Evangelina Naranjo.

La sorpresa la dio Basilia Sanz, senadora y edil en Dos Hermanas, donde su alcalde y marido, Francisco Toscano, respalda a Viera. Estuvo el presidente de la Autoridad Portuaria, Manuel Fernández, y viejas caras del socialismo sevillano, como Blas Ballesteros. Entre los delegados de la Junta, sólo se dejó ver Francisco Álvaro Julio, de Innovación. En cuanto a las agrupaciones de la provincia, donde la división no se ha visualizado tanto como en la capital, se echaron en falta a alcaldes señeros. Pero estuvo el de San Juan, Juan Ramón Troconso, los de Cañada Rosal (miembro del gobierno socialista en la Diputación, cuyo presidente, Fernando Rodríguez Villalobos, es segundo de a bordo en la ejecutiva oficialista) y Montellano y una nutrida representación de municipios en los que el PSOE está en la oposición: Utrera, Morón o Marchena.

Matilde Marín, portavoz socialista del PSOE en Espartinas y uno de los miembros fuertes del gobierno de la Diputación, fue la encargada de presentar al que reconoció como mentor político. En su introducción afirmó que las dos candidaturas no se van a traducir en "una pelea a cara de perro por el poder". Puso por encima el compañerismo. Pero, a la vez, apuntó supuestos puntos débiles del equipo de Viera que intentarán minar de aquí a un mes: "Hay que acabar con la cultura de la improvisación, el clientelismo y la mordaza", dijo, y añadió que Pérez es "tenaz, firme, sosegado, sencillo, honesto e íntegro" y representa "un cambio generacional".

Éste, con camisa celeste, sin corbata, americana azul y vaqueros, defendió una "estructura limpia, con gente preparada, con conocimientos y puesta al día", sin "clientelismos". Habló de "nuevas formas", de una "integración total de la familia socialista", de "abrir el partido y que entre aire fresco" y se propuso fomentar "las cuatro tes: trabajo, talante, transparencia y talento", poner el "respeto" como hoja de ruta, a base de "juego limpio, sin amenazas, ni miedo".

En cuanto a las propuestas que desgranará en las próximas semanas, cuando visitará todas las agrupaciones socialistas, avanzó que el fortalecimiento de éstas será su reto, dotándolas de medios y tecnología para trabajar y "descentralizando el poder" para darles autonomía; anunció que pondrá en marcha una "escuela de formación política" y que sus propuestas quedarán fijadas en un "contrato-programa" que someterá a votación. También dijo que trabajará con alcaldes y concejales por solventar la financiación local. Otros han tenido la oportunidad y no lo han hecho.

Demetrio Pérez -que puso al público de pie varias veces- capeó la supuesta desventaja con la que parte frente a José Antonio Viera acudiendo a una cita futbolística: el "Liverpool perdía contra el Milán en el primer tiempo y ganó por goleada en la final de la Champions de hace dos años", dijo, antes acudir a Obama, el político de moda, para cerrar su primer discurso.

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