El secretario general del Sindicato Unificado de Policía (SUP) en Sevilla y Andalucía, Manuel Espino Heredia, fue detenido el pasado miércoles por sus propios compañeros cuando realizaba una protesta sindical en el puesto fronterizo del campo de Gibraltar. Junto con Espino fueron arrestados otros 11 dirigentes de su sindicato y de otras dos centrales policiales, la Unión Federal de Policía (UFP) y la Confederación Española de Policía (CEP).

Los 12 representantes sindicales habían ofrecido una rueda de prensa en Algeciras para informar de las medidas de presión que los policías nacionales han iniciado este mes y que consisten en una huelga de celo, es decir, en la reducción drástica de las identificaciones y las detenciones por iniciativa propia. En Sevilla, por ejemplo, el número de arrestos ha descendido en un 95% durante los días en los que se ha convocado esta protesta, que son dos por semana.

Los sindicatos habían elegido por llevar sus movilizaciones al campo de Gibraltar dado que esta zona es una de las de mayor actividad en Andalucía con la operación Paso del Estrecho. Una vez que habían terminado las declaraciones, los representantes sindicales se dirigieron a sus vehículos y fueron interceptados por un inspector de la Policía Nacional que dio orden a sus subordinados de detenerlos.

"Nos dijo que había una orden directa de Madrid, de la Dirección General, y que él se limitaba a cumplir órdenes. Yo le pedí que me leyera los derechos y me dijo que no lo hacía. Estuvimos más de media hora privados de libertad hasta que finalmente dejaron que nos marcháramos", explicó a este periódico el propio Espino.

El responsable del sindicato mayoritario en la plantilla de Sevilla ha presentado una denuncia por detención ilegal tras estos hechos y tanto su central como el resto de entidades afectadas han roto relaciones con la Jefatura Superior de Policía en Andalucía Occidental. De hecho, el pasado viernes los sindicatos no asistieron al acto que se celebró en las dependencias de la avenida de Blas Infante y mediante el cual se presentaron los 131 nuevos policías nacionales que reforzarán la plantilla de Sevilla y provincia.

La huelga de celo emprendida por los agentes para solicitar la equiparación salarial con otros cuerpos de seguridad está siendo seguida de forma masiva por los propios policías, que han pasado de arrestar a entre 15 y 18 personas diarias a tan sólo una.