La Diputación ha preparado un plan de contingencia de cada uno de sus centros residenciales para la prevención y respuesta ante la eventual aparición de nuevos brotes del Covid-19, en el que se recogen las medidas que se realizarán en los diferentes escenarios posibles. El plan contempla la determinación y activación de los espacios de aislamiento en cada uno de los centros para los residentes que pudieran resultar afectados por la enfermedad. La junta de gobierno de la institución aprobó ayer dicho documento con los protocolos correspondientes para los centros residenciales que gestiona: Residencia de Mayores de San Ramón, Residencia de Mayores de Marchena y Residencia de Persona Gravemente Afectadas por Discapacidad Intelectual.

El equipo de gobierno dio luz verde también al traslado del plan de contingencia a la Dirección Provincial de Inspección de Servicios Sanitarios para su inclusión en la estrategia de actuación en residencias de mayores y centros sociosanitarios.

El objetivo principal del plan consiste en el establecimiento de un procedimiento en cada centro residencial, que permita el desarrollo de prácticas preventivas por parte del personal y de los residentes y la monitorización, para que esta prevención se lleve a cabo de forma que evite o reduzca la posibilidad de aparición de brotes y, en su caso, dar una repuesta rápida y eficaz, que minimice su impacto.

El presidente de la Diputación, Fernando Rodríguez Villalobos, destacó que la institución tiene capacidad de actuación en sus centros residenciales ante la posibilidad de un rebrote y recalcó que "durante los días más duros de la pandemia, hemos acogido en nuestra Residencia de Mayores de Marchena a diez residentes procedentes de otros centros de la comunidad".