"Un mero centro comercial como puede haber muchos otros en varios puntos de la ciudad no aporta nada". Juan Espadas fue tajante ayer a la hora de pronunciarse sobre la futura utilización que debe tener la parcela de la antigua fábrica de Altadis. En ningún caso contempla usos comerciales, ya que la apuesta del gobierno municipal socialista es aprovechar los suelos para crear un espacio "singular y emblemático" que aporte un "valor añadido" al barrio de Los Remedios. Para éste y otros asuntos, el alcalde anunció que tiene previsto reunirse con los propietarios de los terrenos antes de que termine julio: "Hay que reconducir el destino de estos suelos, creemos que la negociación anterior debería haber sido de otro tipo, ya que la falta de participación marcó el acuerdo alcanzado entre el equipo de Juan Ignacio Zoido y los propietarios de Altadis".

Ante el rechazo de la comisión de Patrimonio al proyecto ideado por el ex alcalde, Espadas señaló que es el resultado de "decisiones tomadas unilateralmente entre el anterior gobierno y Altadis". Este organismo del Gobierno andaluz argumenta que en el convenio se contempla una recalificación urbanística que prevé la demolición de los edificios secundarios, que están protegidos y no se pueden derribar; en la modificación del PGOU "no queda garantizado el que los nuevos usos y edificabilidad que se propongan habrán de ser compatibles con los elementos que lo configuran"; o la afección que el proyecto tiene sobre los jardines Manuel Ferrand, contiguos al edificio. El documento acuerda "informar desfavorablemente y dar traslado a la Delegación Territorial de Educación, Cultura y Deporte para la emisión que proceda a los efectos previstos en el artículo 29.4 de la Ley 14/2007, de 26 de noviembre, del Patrimonio Histórico de Andalucía, en el ámbito de sus competencias legales".

Los socialistas mantuvieron una postura inflexible durante el último mandato debido a la forma en la que se tramitó el cambio en el PGOU para permitir su reutilización, ya que consideraron que el procedimiento no había sido el adecuado en la forma, pues no se había atendido a las alegaciones, y que el fondo planteaba algunas dudas legales. Los partidos de izquierdas y también Ciudadanos mostraron en la campaña sus recelos al proyecto. El proceso para tumbar el proyecto de Zoido es sencillo. Todavía queda que se apruebe de forma definitiva y eso ahora tendrá que hacerlo el nuevo gobierno municipal, por lo que no tiene que revocar ninguna decisión, simplemente echar para atrás el trámite en esa fase. Lo que ocurre es que el ex primer edil firmó ya un convenio con la propietaria de la fábrica de Los Remedios para desarrollar un modelo de explotación en ese enclave que tampoco convence a los socialistas. Ese será el punto más importante que tendrá que negociar Espadas cuando se reúna con los propietarios de Altadis.