La Gerencia de Urbanismo ha abierto expediente disciplinario a la propiedad del bar La Cigala de Oro, en la calle Arroyo junto al parking de José Laguillo, por ocupar con decenas de sillas y mesas de veladores la zona reservada a peatones, una senda peatonal que es continuación del tramo de carril bici que inicialmente se hizo en esta calle y no se continuó. Así lo anunciaron fuentes del Ayuntamiento esta semana a preguntas de este periódico.

La denuncia de esta ocupación la lanzó hace días un particular a través de la red social Twitter con la siguiente queja: "Calle Arroyo con José Laguillo. ¿Olvidamos toda esa palabrería de la movilidad sostenible por no interferir con el único modelo de negocio que parece prosperar en esta ciudad?". El mensaje iba con copia a la asociación A Contramano y a la entidad Sevilla en bici.

Este periódico recogió la queja y realizó una consulta al Ayuntamiento sobre qué medida iba a tomarse ante esta denuncia. Y la respuesta municipal fue que ese establecimiento carecía de autorización para ocupar ese espacio con sus veladores, por lo que el Ayuntamiento iba a tomar las medidas disciplinarias que correspondieran. Y así fue. Esta semana la autoridad municipal ha ido a inspeccionar el lugar y ha abierto "expediente disciplinario" al establecimiento "por exceso de veladores con respecto a la licencia". Según el Ayuntamiento, lo que se ve en la imagen de la denuncia "no es formalmente un carril bici sino una senda peatonal tras un carril bici pero a efectos de infracción y disciplinario es lo mismo".

Mejora del carril bici

Por lo que respecta al carril bici, una buena noticia para la ciudad es que, tras un año de paralización, se ha desbloqueado el contrato de inspección, mantenimiento, reparación y mejora de los carriles bici. La constructora Sando se ha hecho definitivamente con el contrato, al ganar el recurso administrativo presentado contra la adjudicación inicial a Martín Casillas en 2017.

Así pues, es ahora cuando tienen que notarse las obras de remodelación en el carril bici de 180 kilómetros que no se apreciaban hace un año, ya que hay nada menos que 288.000 euros de presupuesto consignados para 2018. Es el dinero con el que cuenta la adjudicataria Sando, obligada a poner a punto las vías, que sufren demasiadas grietas y desperfectos y necesitan una buena mano de pintura especial en muchas zonas.

El presupuesto total del contrato asciende a 720.000 euros que se distribuyen entre las anualidades 2018 (288.000 euros), 2019 (360.000 euros) y 2020 (72.000 euros). Martín Casillas fue la adjudicataria inicial, en noviembre de 2017, del concurso al que se presentaron 12 empresas, luego reducidas a tres (siete fueron excluidas por presentar la oferta económica "en un modelo no adecuado al contenido de los pliegos de prescripciones técnicas") y finalmente a una.