Fallece el padre Quevedo, jesuita y compositor rociero
OBITUARIO
El sacerdote jesuita y compositor de sevillanas José González de Quevedo Álvarez ha fallecido en Málaga a los 89 años, dejando un legado que incluye títulos tan conocidos como Tiempo detente o Tengo en mi casa un tambor, que popularizaron Los Romeros de la Puebla. El fallecido ejercía su labor en Sevilla, donde tenía mucha vinculación con el mundo cofrade y rociero. No obstante, se había trasladado a Málaga, su ciudad natal, donde finalmente falleció en la residencia que regentan en la ciudad los jesuitas.
González de Quevedo ingresó en el noviciado en El Puerto de Santa María, donde permaneció cinco años dedicado a sus estudios. Luego fue a la Universidad Pontificia de Comillas para cursar Filosofía y, tras licenciarse, estuvo también en el colegio San Estanislao de Málaga, como profesor e inspector, antes de realizar los estudios de Teología y ordenarse sacerdote.
En un primer momento fue destinado al centro misional San Juan de Ávila, en Montilla, donde ejerció su ministerio sacerdotal durante 22 años y, hasta el momento de su fallecimiento, ha permanecido predicando en distintas parroquias de España.
El hermano mayor de la Hermandad Matriz de Almonte, Juan Ignacio Reales, fue quien confirmó ayer el fallecimiento, que se produjo en la noche del viernes, y recordó que el jesuita tenía el título de Hermano de Honor desde 2013. Conocido como el padre Quevedo, hacía el camino rociero con la Hermandad de Sanlúcar de Barrameda, y una de sus últimas creaciones fue para el grupo gaditano Ecos del Rocío, en su disco Dios te salve, Señora.
La Hermandad Matriz de Almonte celebrará un funeral en su memoria, al que se convocará a todas las hermandades filiales que quieran asistir.
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