La Fiscalía de Sevilla admite la posibilidad de que el asesino de Marta del Castillo, Miguel Carcaño, se someta a la prueba del Potencial Evocado Cognitivo, la prueba conocida como P300 o test de la verdad, siempre y cuando el joven se someta de forma voluntaria a esta prueba. Fuentes del Ministerio Público explicaron este martes a este periódico que, en principio, la Fiscalía no aprecia ningún inconveniente en que el neurólogo José Ramón Valdizán, jefe del servicio de Neurofisiología del hospital Miguel Servet de Zaragoza, examine a Miguel Carcaño con este nuevo método, que ya ha sido probado en la investigación de otro asesinato, el cometido presuntamente por Antonio Losilla, que está acusado de la desaparición de su mujer, cuyo cuerpo sigue sin aparecer. En este caso, Losilla fue expuesto de forma pionera en España durante dos horas a la exhibición de 13 tandas de tres imágenes y 21 de frases, y teóricamente su respuesta cerebral determinará qué lugar le despierta recuerdos, lo que podría apuntar dónde están enterrados los restos de su mujer, Pilar Cebrián, de 52 años, que desapareció en la localidad zaragozana de Ricla en marzo de 2012.

En este caso, el test de la verdad se practicó al acusado por orden del juzgado que investiga el asesinato y el resultado del mismo no se ha hecho público porque esa parte de la investigación ha sido declarada secreta. El abogado defensor de Antonio Losilla se opuso a la misma y el caso está pendiente del recurso que presentó ante la Audiencia de Zaragoza, dado que la defensa considera que la práctica de esa prueba vulnera la presunción de inocencia del acusado, dado que la leyes españolas garantizan que ningún imputado puede ser obligado a declarar contra sí mismo y tiene incluso el derecho a mentir, por lo que esta prueba que capta una onda eléctrica involuntaria podría ir contra esas garantías legales de los detenidos y acusados.

En el supuesto de Miguel Carcaño, la Fiscalía no se opondría a la posibilidad de que el juez de Instrucción número 4 de Sevilla, Francisco de Asís Molina, acceda a practicar el test de la verdad siempre que Carcaño acceda voluntariamente a someterse, algo a lo que el acusado posiblemente no pondrá ningún reparo dado que lleva un año colaborando con la Policía y ha sido excarcelado ya en cuatro ocasiones para tratar de aportar datos sobre la posible ubicación del cadáver de Marta en los terrenos de la finca Majaloba, en el término municipal de La Rinconada.

Si Carcaño, ahora preso en la prisión de Herrera de la Mancha (Ciudad Real), accediera a someterse al test de la verdad, su salida del centro penitenciario sí que tendría que ser autorizada por el juez. Según fuentes judiciales, que coinciden con la opinión del fiscal, Carcaño es libre de hacerse este tipo de pruebas e incluso someter a la hipnosis.

El neurólogo José Ramón Valdizán asegura que la prueba tiene un coste cero -sólo se pagaría el traslado de Carcaño al hospital de Zaragoza- y la fiabilidad de la misma se sitúa entre el 85% y el 95%.