Golpe policial al robo de cobre tras la recuperación de más de cien toneladas

La operación, que continuará abierta durante varios días, se desarrolla en una empresa de reciclaje de metales situada en Aznalcóllar · Los cables hallados pertenecen a empresas de telefonía y electricidad

Un policía observa las labores de los técnicos entre toneladas de cobre.
Un policía observa las labores de los técnicos entre toneladas de cobre.
Fernando Pérez Ávila

18 de marzo 2011 - 05:03

La Policía Nacional puso en marcha ayer una operación contra el robo de cobre que ha permitido recuperar una gran cantidad de este metal. Sin que todavía se haya pesado el material incautado, los policías que están trabajando en esta operación calculan que podrían haberse recuperado entre 100 y 200 toneladas de cobre, lo que supone la mayor cantidad de este metal intervenida en la historia de Sevilla. Para comprobar la magnitud de la operación basta sólo hacer referencia al último balance hecho público por la Jefatura Superior de Policía, que cifró en 38 toneladas el cobre recuperado entre enero y septiembre del año 2010. Ayer, en una sola mañana, se recuperó como mínimo una cantidad tres veces superior a ésta.

La operación se está desarrollando en las instalaciones de la empresa Recuperación de Metales Diversos (R. M. D.), una planta de reciclaje de metal situada en las afueras de Aznalcóllar, muy cerca de la mina de Boliden. En principio esta empresa no tiene responsabilidad penal alguna, puesto que habría adquirido el cobre de manera legal y desconociendo su procedencia ilícita. Los responsables de la empresa tienen acreditada cada compra de metal y la persona o chatarrería a la que lo adquirieron, por lo que la Policía trabaja ahora en la identificación de los vendedores. A la hora de cierre de esta edición, no había ninguna persona detenida ni imputada en relación con esta operación.

Durante la jornada de ayer, técnicos de las distintas empresas que han sido víctimas de robo de cobre están analizando los cables para tratar de identificar a qué entidad pertenece cada hilo. Los especialistas pueden reconocer con cierta facilidad si los cables pertenecen a las empresas para la que trabajan, siempre que estén ante cables sin pelar. Entre el dictamen de los peritos y los datos aportados por la planta de reciclaje sobre las compras efectuadas, los policías esperan poder entregar buena parte del material a las empresas de origen. Una vez que han sido pelados, resulta mucho más complicado averiguar la procedencia de los cables. En las instalaciones se apilan toneladas de cobre tanto pelado como sin pelar, que continuarán siendo analizados durante los próximos días.

La mayoría del cobre intervenido en la planta de reciclaje pertenece a empresas de electricidad y telefonía. El comisario jefe de la Brigada Provincial de la Policía Judicial de Sevilla, Manuel Piedrabuena, explicó ayer que se está inspeccionando "de manera minuciosa" todo el material incautado y que "aún es pronto" para hacer cualquier valoración sobre la cantidad recuperada. En cualquier caso, y tomando como referencia que el precio del kilo de cobre supera los cuatro euros en el mercado legal y puede oscilar entre los seis y ocho euros en el ilícito, el valor de la mercancía recuperada podría alcanzar el millón de euros.

El comisario también quiso aclarar que la empresa de reciclaje está colaborando con la Policía para poder identificar a los posibles autores de los robos. Además, Piedrabuena destacó que esta planta ha sufrido recientemente "graves robos" de cobre, por lo que también es parte interesada en el esclarecimiento de los hechos.

Varios agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP), antiguos antidisturbios, protegían ayer la entrada a la planta de Aznalcóllar, a la que sólo se permitía el acceso a los trabajadores y también a los peritos de las empresas que han sido víctimas de los robos. Más de treinta policías participaron en el registro del material por la mañana, mientras que por la tarde se redujo el número de agentes. Desde la entrada de la empresa podían apreciarse enormes montículos de cobre, tanto pelado como sin pelar, que unas grúas iban removiendo para que pudieran ser examinados por los técnicos. Un camión también descargaba más metal en las instalaciones al tiempo que policías de paisano revisaban los hilos que iban llegando.

Junto a la puerta de acceso, un cartel recuerda que la empresa lleva 147 días sin accidentes laborales y que no se había registrado ninguno en lo que va de año. Igualmente, el rótulo aseguraba que el máximo de días sin siniestros conseguido era de 225. Unos metros más adelante, un empleado de RMD pedía amablemente a la prensa que no tomara imágenes desde el interior de las instalaciones.

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