Hacienda ha reclamado una deuda de 506.680 euros generada por la entidad Always Ready Corporation S. L. como consecuencia del impago de las rentas del inmueble que ha venido explotando en la avenida de María Luisa, la conocida discoteca Bandalai. En el documento de los técnicos de la delegación de Hacienda y Administración Pública se desglosa el adeudo. De febrero a junio de 2012 el importe es de 38.790 euros; de febrero a diciembre de 2014 es de 125.710 euros; de enero a diciembre de 2015 es de 137.269 euros; de enero a diciembre de 2016 es de 136.789 euros; y de enero a junio de 2017 es de 68.120 euros.

El Ayuntamiento ofrece ahora un plazo de quince días al arrendatario para que abone la deuda antes de emprender acciones judiciales. Este acuerdo se produce después de que Hacienda haya intentado notificar la resolución en varias ocasiones, y en diferentes domicilios. Antes, Patrimonio comunicó a la propiedad hace poco más de un año la extinción del contrato de arrendamiento al cumplirse el plazo de 25 años fijado en el contrato, revirtiendo el inmueble con las reformas realizadas sin que el inquilino tenga derecho a una indemnización.

En el expediente municipal se detalla que en 1992 fue modificado el contrato de arrendamiento, renunciando expresamente el arrendatario a la prórroga forzosa. En todo este tiempo, sólo ha acreditado el pago de la participación en el traspaso del local en 2012.

Los vecinos alertaron de un expolio en el inmueble municipal hace seis meses

El futuro uso del edificio depende de la peatonalización del entorno del Teatro Lope de Vega. En la propuesta siguen trabajando los funcionarios de la Gerencia de Urbanismo tras el encuentro que mantuvieron con las instituciones vinculadas al mundo de la cultura ubicadas en la zona, que incluye entre otros inmuebles el Casino de la Exposición, los pabellones de Chile, Perú y Uruguay, la Biblioteca Pública Infanta Elena, el Pabellón de Estados Unidos o el Costurero de la Reina. La reordenación y rehabilitación de este espacio de la ciudad comenzará con la eliminación de los aparcamientos para convertir este espacio en una plaza pública vinculada a las artes y las ciencias. También desaparecerán los cerramientos interiores de los edificios y las caracolas.

La antigua discoteca sufrió un expolio hace seis meses. Según los vecinos, varias personas entraron en el interior del edificio y sustrajeron, principalmente, elementos de metal, como vigas y planchas de cobre que cubrían una parte del techo, así como las planchas que cubrían las barras del bar, dejando al descubierto su estructura, tuberías y diferentes elementos del cuadro eléctrico, como los contadores de la luz y el cableado. La imagen del inmueble era desoladora.