La Universidad de Sevilla ha anunciado que, antes de que, en su caso,  pudiera emprender algún tipo de acción al respecto, estudiará y analizará "con detalle" la sentencia del Tribunal Supremo (TS) que rechaza los recursos presentados por la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento de Sevilla y la Universidad de Sevilla (US) contra la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) que tumbó la construcción de la Biblioteca Central de la Hispalense en los jardines del Prado de San Sebastián y que supuso la paralización de las obras.

Fuentes de la institución académica han señalado que el gabinete jurídico de la US estudiará con detenimiento la sentencia -de la que han tenido conocimiento este mismo miércoles- y que, hasta que eso no ocurra, no se pronunciarán al respecto.

Estas mismas fuentes solo han precisado que la resolución del Alto Tribunal "parece dejar una puerta abierta" al reconocer que la biblioteca "es de interés público" y que el cambio de calificación de los terrenos de los jardines del Prado a equipamiento educativo, no es que no sea válido, sino que no ha sido una decisión "debidamente justificada". 

Por su parte, los vecinos del entorno del Prado de San Sebastián han reaccionado a dicho rechazo por parte del Tribunal Supremo, reconociendo una sensación "agridulce" y recordando que en ningún momento "nadie" que pertenezca a la Plataforma de Parques y Jardines, la asociación de vecinos o las ocho comunidades implicadas se ha opuesto a su construcción, sino a que se haga en el interior de un parque.

El presidente de la asociación de vecinos Huerta de la Salud, José Miguel González Cruz, ha indicado que, pese a considerar "una magnífica noticia" la resolución del Supremo, "lo más doloroso de todo esto es que haya sido la Universidad, que debe ser garante del Medio Ambiente y los derechos civiles, la entidad que hemos tenido enfrente".

"No estamos en contra de la biblioteca, sino de que se edifique dentro de un parque consolidado como son los Jardines del Prado", ha explicado, aludiendo al manifiesto carácter "ilegal" de la obra, "algo que está superclaro y que nos extraña que la Universidad no haya visto, pues cualquiera entiende que un parque se habilita para el uso y disfrute de los vecinos".

Frente a ello, ha lamentado González Cruz, se han "mutilado" 230 árboles, con un "despilfarro" de los fondos Feder y un importante daño medioambiental. Y es que si se hubiera autorizado la construcción de la biblioteca se hubiera creado un "mal precedente" con el que "cualquier parque estaría en peligro de extinción".

Por otro lado, el presidente de la asociación de vecinos Huerta de la Salud ha recordado que, según el acuerdo entre Hispalense y Consistorio, no se reclamarían daños y perjuicios a la administración local pese a haber ésta concedido la licencia.

Por último, González Cruz ha subrayado que lo que procede es que se den explicaciones, pues "no sabemos por qué se hizo lo que se hizo si fue ilegal", resaltando la "armonía" entre los colectivos sociales que ha dado lugar a que "esta situación dramática no se haya podido culminar". "Es una pena el gasto de tiempo libre y el daño provocado por un verdadero capricho, máxime cuando el modelo de la Universidad de Sevilla es disperso, con facultades en diversas zonas urbanas", ha apostillado.

Sobre la cuestión, el Ayuntamiento de Sevilla, actualmente dirigido por la nueva corporación que dirige Juan Ignacio Zoido, se ha remitido, según fuentes municipales, a lo declarado recientemente por el primer edil, que señaló que en todo caso se acataría, fuese cual fuese, la resolución del Tribunal Supremo.