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Obra social

El Hospital Virgen Macarena estrena el Balcón de la Esperanza para pacientes en la UCI

  • Se trata de un servicio medicalizado con el que los enfermos que vayan a subir a planta podrán tener contacto con el exterior

  • Ha sido costeado y habilitado por la Hermandad de la Macarena

Un momento de la inauguración del Balcón de la Esperanza.

Un momento de la inauguración del Balcón de la Esperanza. / D. S.

Los pacientes de la UCI del Hospital Universitario Virgen Macarena tienen desde este sábado un espacio anexo a esta unidad que les permitirá disfrutar de la luz natural y del aire libre junto a un familiar. El proyecto ha sido desarrollado por la Hermandad de la Macarena y ha concluido en una fecha tan señalada como la festividad de la Expectación de la Virgen María.

El Balcón de la Esperanza ha sido construido por la Hermandad de la Macarena gracias a las donaciones de los diferentes colectivos de la corporación, con especial implicación de la Centuria Romana Macarena –los armaos- y de muchos hermanos, así como de empresas que han acudido a la llamada de la corporación.

Se trata de un espacio medicalizado de 40 metros cuadrados, destinado a los pacientes hospitalizados en la UCI que se encuentren en mejor estado clínico y en vísperas de subir a planta. El objetivo de este servicio es permitir que estos enfermos, acompañados por un familiar, puedan disfrutar en un entorno amable y “humanizado” de la luz natural así como tomar el aire en la terraza exterior. Dicha posibilidad supone una mejora en la calidad de la estancia de estos pacientes y beneficios en su proceso de recuperación.

Con tal motivo, este sábado el hermano mayor de la Macarena, José Antonio Fernández Cabrero, y la consiliaria de Asistencia Social, María Luisa Gayán Guardiola, acompañados por el director gerente del centro hospitalario, Miguel Ángel Colmenero; el responsable de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), el doctor José Garnacho; y la referente de cuidados, Lola González, han visitado –cumpliendo a rajatabla el protocolo de seguridad sanitaria- el Balcón de la Esperanza una vez terminado y antes de su puesta en uso por los pacientes.

El interior del Balcón de la Esperanza. El interior del Balcón de la Esperanza.

El interior del Balcón de la Esperanza. / D. S.

Fernández Cabrero ha resaltado la importancia de este proyecto en el que se ha implicado toda la hermandad y sus colectivos. “Gracias a todos los hermanos que han hecho realidad este hermoso proyecto; es un orgullo tener a hermanos tan implicados y con tantas ganas de ayudar a otras personas”. En este sentido, ha recordado que “el Balcón de la Esperanza nos remite a nuestros orígenes asistenciales, ya que fuimos fundados para atender a los enfermos del hospital de las Cinco Llagas, y ahora, 426 años después, volvemos para seguir atendiendo a los pacientes del centro hospitalario heredero de aquel, el Virgen Macarena”.

El hermano mayor ha subrayado que a los beneficios terapéuticos y psicológicos para los pacientes “se suma un plus, un valor añadido, el de la esperanza. Poder salir de la oscuridad de la UCI a la luz simboliza de manera hermosa el abrirles un horizonte de esperanza y transmitirles que merece la pena luchar por recuperarse, y eso es algo impagable”.

Como dato curioso, la hermandad ha cedido uno de los cuatro cuadros originales pintado por Manolo Cuervo en 2019 para que presida el Balcón de la Esperanza y sea disfrutado por los pacientes de la UCI. “¿Dónde mejor va a estar esa explosión de alegría, color y vida pintada por Cuervo que aquí, donde más falta hace?”.

El cuadro de Manolo Cuerva que preside el Balcón de la Esperanza. El cuadro de Manolo Cuerva que preside el Balcón de la Esperanza.

El cuadro de Manolo Cuerva que preside el Balcón de la Esperanza. / D. S.

Por último, Cabero ha afirmado que “la Virgen de la Esperanza visitó antaño el Cinco Llagas y en 2010 este hospital, y ya nunca más se fue; este Balcón de la Esperanza nos dice que la Virgen vino para no irse nunca más, que se quedó allí donde más se la necesita, allí donde están sus hijos enfermos y dolientes. Y es que en este Balcón de la Esperanza estará la presencia cierta de la Santísima Virgen de la Esperanza para  acompañar y sostener a los enfermos”.

El Balcón de la Esperanza es un espacio medicalizado anejo a la UCI, es el primero de Andalucía en su tipo, que consta de una zona acristalada y otra descubierta, que aporta un plus de humanización en la estancia hospitalaria, caracterizada por su incomunicación. Con este espacio se sitúa al Hospital Virgen Macarena a la vanguardia a nivel nacional de la humanización sanitaria, pues son muy pocos los centros que cuentan con este tipo de infraestructura de indudable beneficio.

Al abrir al exterior la UCI, se pretende favorecer la recuperación de la persona enferma, con el impulso de una atención sanitaria integral, más cercana, más humana y dentro de un marco de confort para pacientes, familiares y profesionales.

Entrada al Balcón de la Esperanza. Entrada al Balcón de la Esperanza.

Entrada al Balcón de la Esperanza. / D. S.

Para el director gerente del hospital, Miguel Colmenero, “se trata de un proyecto muy especial, que sigue las líneas estratégicas marcadas desde el Servicio Andaluz de Salud para la humanización de la asistencia sanitaria y para beneficio de los pacientes en su recuperación”.

La Hermandad de la Macarena quiere agradecer a los hermanos y colectivos de hermanos que han donado y trabajado para recaudar fondos con los que financiar el Balcón de la Esperanza. Asimismo agredede a las instituciones y empresas que han colaborado en este fin: el estudio de arquitectura BG20 Arquitectos, CDC ARQUITECTOS y a Revescoan, Pantoja Grupo Logístico, Clínica Victoria Rey, Servicio de Anestesiología y Reanimación Sagrado Corazón, Colegio de Médicos de Sevilla, Morera & Vallejo Grupo Empresarial, Notaría Arturo Otero López-Cubero, Trastamara Imprenta, Triana Refrigeración, Grupo Inova, Automares, Clínica Baviera, Placo Saint-Gobain y Vescom.

La corporación también agradece a los artistas que pintaron el Mural de la Esperanza (Nuria Barrera, José Tomás Pérez Indiano, José Cerezal, Javier Jiménez Sánchez-Dalp, Pepillo Gutiérrez Aragón, Irene Dorado y César Ramírez) y que cedieron su uso para obtener fondos con los que financiar el balcón así como a Pérez Indiano que donó una obra para este menester.