El Consejo Internacional de Monumentos y Sitios Históricos (Icomos) propone iniciar un concurso de ideas para las Reales Atarazanas al tener que modificarse el proyecto realizado por el arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra, ya que la Junta de Andalucía obvió realizar una carta de riesgo y estudios previos como establece el protocolo del Plan Nacional de Arquitectura Defensiva.

No es la única opción. Una segunda pasa por alterar el proyecto siguiendo las indicaciones recomendadas por el organismo consultor de la Unesco, que aconseja la paralización de la rehabilitación de las Atarazanas. En el documento redactado por el experto en arquitectura militar e industrial Juan Antonio Rodríguez Villasante, se indica a la Consejería de Cultura a que siga escrupulosamente los pasos necesarios para cumplir con los requisitos que establece el plan nacional, del que forman parte aquellas construcciones que se han erigido a lo largo de la historia para la defensa y el control de un territorio.

Sobre el proyecto de Vázquez Consuegra para la recuperación del edificio sin retirar los cinco metros de tierras y escombros con los que en el siglo XVI se elevó el suelo hasta alcanzar la cota de la calle, el informe se limita a señalar que es bueno. "Lo único que necesita es cumplir el protocolo. Adolece de una serie de planteamientos que debería haber elaborado la Consejería de Cultura", afirmó Víctor Fernández Salinas. El secretario del comité español de Icomos y profesor de Geografía Humana de la Universidad de Sevilla da por seguro que el proyecto de Consuegra será compatible con estos trabajos previos que debe cumplir la Junta por responsabilidad. Consultado sobre la necesidad de recuperar la cota original, Fernández indicó que se puede hacer en su totalidad o únicamente en algunas zonas. El informe sugiere reutilizar bienes inmuebles que pertenecen al Ejército y guardan relación con la escenografía original del astillero.

De este primer estudio tienen copia todas las partes interesadas en el proyecto. La delegación española de Icomos será la encargada de elevarlo a su dirección central, que, a su vez, la dirigirá a la Unesco. La Junta y el Ayuntamiento se muestran convencidos de la viabilidad del proyecto (aprobado por la Comisión de Patrimonio y con licencia de obras) y de su nula afección al entorno patrimonial.