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Investigadores sevillanos descubren nuevas opciones terapéuticas contra el Parkinson

  • Los avances del estudio realizado entre la Universidad de Sevilla y el IBIS han sido recogidos en un artículo científico publicado en la revista internacional 'Nature'

Miembros del laboratorio de José López Barneo en el IBiS.

Miembros del laboratorio de José López Barneo en el IBiS. / M. G.

Investigadores de la Universidad de Sevilla (US) y del Instituto de Biomedicina de Sevilla (IBIS) han participado en un estudio, publicado en la revista internacional Nature y liderado por la investigadora Patricia González-Rodríguez, que abre la puerta a nuevas vías para investigar opciones terapéuticas no contempladas hasta la fecha en la enfermedad de Parkinson.

Tras años de investigación, los investigadores concluyen que no basta con afectar una parte de las neuronas dopaminérgicas (axones) como se pensaba hasta ahora, sino que debe afectarse también el cuerpo de la propia célula (soma). Además, se observa que las neuronas afectadas por la enfermedad no mueren, "sólo pierden algunas de sus propiedades, por lo que podrían reactivarse con posibles nuevos tratamientos", ha explicado la Universidad de Sevilla en un comunicado en el que da cuenta del estudio.

Estos resultados se obtienen a partir del ratón modificado genéticamente en 2015 dentro del proyecto de investigación que la investigadora Patricia González-Rodríguez desarrollaba junto al equipo del laboratorio liderado por José López Barneo en el Instituto de Biomedicina de Sevilla/Ciberned y que es, en la actualidad, el primer modelo animal conocido que recapitula la enfermedad de Parkinson en humanos.

Las causas de la enfermedad de Parkinson se desconocen a día de hoy, aunque tradicionalmente se han asociado a defectos en un complejo molecular denominado Complejo Mitocondrial I (CMI) en las neuronas dopaminérgicas. La ausencia de un modelo animal adecuado para testar esta hipótesis ha sido un obstáculo para avanzar en el conocimiento sobre las causas de la enfermedad, generando controversia sin saber si los defectos de CMI eran causa o consecuencia de la enfermedad.

En este artículo, se describe también que las neuronas afectadas por la enfermedad pierden algunas de sus propiedades y cambian su metabolismo durante un tiempo largo. Este dato es importante por la creencia previa en la comunidad científica de que la neurona afectada moría por la enfermedad sin opción de recuperarse. "Este cambio de paradigma abre las puertas a una gran cantidad de vías de investigación para nuevos tratamientos terapéuticos", ha abundado la US.

El modelo presenta una patología regionalmente selectiva, es decir, primero se afecta el axón de las neuronas dopaminérgicas y posteriormente el soma (cuerpo de la célula). También se describe en el estudio que no basta con que se afecten (y funcionen mal) los axones de las neuronas dopaminérgicas para que se de el parkinsonismo sino que tiene que afectarse el soma.

Durante más de treinta años, la opinión predominante entre los científicos que estudian la enfermedad ha sido que los síntomas motores cardinales son causados por el agotamiento de dopamina en los axones. Sin embargo, contrario a esta corriente de pensamiento, esta investigación describe que para que aparezcan los síntomas motores de la enfermedad es necesaria la falta de dopamina en la región donde están los somas (cuerpo de la célula) de las neuronas, llamada substantia nigra.

Resultados provenientes de la investigación básica de este trabajo han dado lugar a un estudio clínico en pacientes con Parkinson en colaboración con Michael Kapplit, neurocirujano en Weill Cornell Medical College (New York) y coautor de este artículo en Nature. Esta terapia génica irá dirigida a tratar esta pequeña área del cerebro llamada substantia nigra donde está el soma (cuerpo) de las neuronas en vez de los axones como mayoritariamente se había hecho hasta ahora.

"El objetivo final es comprender mejor la fisiopatología de la enfermedad de Parkinson y contribuir con este conocimiento al desarrollo de terapias novedosas que mejorarán la calidad de vida y la expectativa de los pacientes", ha comentado Patricia González, que próximamente volverá al Instituto de Biomedicina de Sevilla a continuar trabajando junto a José López Barneo.

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