Los jueces destinados en los juzgados de Primera Instancia de Sevilla acordaron ayer dictar un máximo de 250 sentencias por juez y año, una medida con la que, al igual que han adoptado magistrados de otras jurisdicciones, intentan garantizar la tutela judicial de los ciudadanos, la calidad del servicio y la propia salud laboral de los jueces. El decano de los jueces, Francisco Guerrero, explicó ayer que la junta de jueces de Primera Instancia de Sevilla ha decidido, además de limitar el máximo de 250 sentencias, establecer un módulo de entrada que oscila en una horquilla de entre 738 y 884 asuntos al año, un volumen de trabajo que contrasta con la media actual, que es de 1.700 asuntos a fecha de hoy y sin contar aún los meses que quedan para acabar el año.

Junto a estas dos medidas, los jueces de Primera Instancia, cuyo trabajo se ha visto enormemente incrementado como consecuencia de la crisis -dado que estos órganos resuelven cuestiones como las reclamaciones económicas, los impagos y los desahucios-, también han acordado adecuar los señalamientos de juicios a las cuatro horas de audiencia pública de cada día, lo que significa que sólo se van a fijar los juicios que puedan celebrarse en ese periodo, para que no se prolonguen en exceso las vistas orales más allá de esas horas.

La junta de jueces ha expresado igualmente su "malestar, protesta y preocupación" por la falta de medios técnicos de las salas de vistas, dado que en muchas de ellas no funcionan los sistemas de grabación de audio y vídeo.