Sevilla

La Junta tiene dificultades para pagar la subvención anual al Metro de Sevilla

  • La última factura trimestral de 11,7 millones se pagó con dos semanas de retraso. La subvención a la explotación se acerca a 50 millones al año, un "esfuerzo" en plena crisis.

La Consejería de Fomento y Vivienda de la Junta de Andalucía está teniendo dificultades para abonar a la concesionaria de la primera línea del Metro de Sevilla la subvención a la explotación pactada por contrato, y que se calcula en función de la cifra de viajeros transportados cada trimestre.

La factura de octubre a diciembre de 2012 que presentó la empresa se ha pagado con un retraso de unas dos semanas por parte de la Adminitración andaluza, según ha podido saber este periódico, un extremo confirmado por la Agencia de Obra Pública de Andalucía que gestiona el Metro.

La Junta tiene para efectuar el pago un plazo de 60 días a contar desde que se registra la factura en la Consejería de Fomento. La de octubre a diciembre del año pasado correspondía pagarse durante los dos primeros meses de 2013 (entre enero y febrero), pero se no sucedió así y se incumplió el plazo.

La Agencia de Obra Pública de la Junta resta hierro al retraso en el pago y lo considera "razonable" teniendo en cuenta la situación económica de las administraciones. "A día de hoy estamos al corriente de los pagos a Metro de Sevilla", recalca el portavoz del ente dependiente de la consejería de Fomento y Vivienda. Así lo corrobora también la propia concesionaria.

Queda por saber qué pasará con el pago de la próxima de enero a marzo de 2013, que vence a finales de la próxima semana porque el registró se efectuó entorno al 12 ó 13 de abril, explicó la Agencia de Obra Pública a preguntas de este periódico.

La Administración andaluza reconoce que le supone un "esfuerzo" mantener esa aportación económica con la situación de tesorería actual.

No es extraño que la concesionaria Metro de Sevilla lleve varios años cerrando su ejercicio con beneficios cuando la aportación anual de la administración se acerca a los 50 millones de euros. En 2011 la sociedad Metro de Sevilla obtuvo unos beneficios netos de casi ocho millones de euros.

El pago obligatorio por contrato asciende en la actualidad a 11,7 millones por trimestre, lo que supone al año 46,8 millones de euros, una cantidad astronómica teniendo en cuenta los constantes recortes y ajustes presupuestarios que han dejado al mínimo la capacidad de maniobra de la Administración con la crisis.

La Junta está afrontando en solitario un pago mayor del previsto en la subvención a la explotación del Metro aun cuando esta factura debía ser compartida por los ayuntamientos a los que llega la línea: Sevilla, Dos Hermanas, Mairena del Aljarafe y San Juan de Aznalfarache. Los cuatro ayuntamientos se han negado a pagar este compromiso económico que firmaron por escrito en 2002 en sendos convenios con el Gobierno andaluz. Tampoco pagaron su parte proporcional de las obras de construcción de la primera línea. La acuciante falta de recursos de los ayuntamientos tras el estallido de la burbuja inmobiliaria y la crisis actual ha complicado aún más esta aportación.

La Administración podría librarse de este elevado pago anual si replantea las condiciones del contrato, pero hasta el momento no baraja tal posibilidad, aclara la Agencia de Obra Pública. Modificar las condiciones del contrato del Metro para bajar la aportación pública obligaría a negociar conjuntamente con el Banco Europeo de Inversiones (BEI) que prestó el dinero para la construcción y con la concesionaria Metro de Sevilla.

El Banco Europeo de Inversiones concedió un préstamo de 260 millones de euros que vence dentro de 20 años, el 15 de diciembre de 2033.

Según el pliego de condiciones que rige el contrato, la Junta también podría pagar menos si desciende la cifra de viajeros del Metro por debajo del techo de demanda establecido. Eso no ha sucedido hasta el momento. Por el contrario, si hay un excedente de viajeros se quedaría con parte de esos beneficios.En 2011, por ejemplo, superó la previsión.

Los ingresos que recibe la concesionaria del Metro proceden, en su mayor parte, de esa subvención anual a la explotación que paga la Junta para compensar las pérdidas por la diferencia entre la tarifa que se cobra a los viajeros y su coste real, mucho más alto. El resto de los ingresos proviene de la recaudación de la venta de billetes que pagan los viajeros, una media anual que se mueve en los 14 millones.

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