La Junta tardará dos años en repartir las ayudas contra el abandono escolar
Más de 44.000 alumnos sevillanos podrían optar a las becas de 6.000 euros por continuar los estudios en Bachillerato o FP · Educación tiene que establecer todavía los criterios para conceder estos fondos
Las ayudas contra el abandono escolar en Sevilla se repartirán, en el mejor de los casos, dos años después de que el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, prometiera establecer una serie de medidas para incentivar la continuidad en la enseñanza una vez que concluye la etapa obligatoria. Entre estas propuestas -anunciadas el 29 de septiembre 2007, a poco más de cinco meses de las elecciones autonómicas- se incluía dar una beca de 6.000 euros para aquellos adolescentes que tuvieran que abandonar su formación tras cursar la ESO, ante la necesidad de conseguir un empleo para el sustento económico familiar.
Esta ayuda se ha recogido ahora en un borrador de decreto redactado por la Consejería de la Presidencia, donde se establece que las becas se implantarán a partir del próximo curso, dos años después de que fueran prometidas por el mandatario andaluz, siempre que se cumplan los plazos previstos para la aprobación de este proyecto, que se encuentra en estos momentos en fase de exposición pública para la presentación de alegaciones.
A pesar de la tardanza del ejecutivo andaluz en poner en marcha esta promesa electoral, todavía queda elaborar una orden -labor que compete a la Consejería de Educación- que precise el nivel de renta per cápita familiar a partir de la cual los 44.416 alumnos sevillanos matriculados en Bachillerato y FP pueden optar a la beca de 6.000 euros. Esta normativa también tendrá que especificar las obligaciones de las personas beneficiadas, las condiciones para mantener dichos apoyos económicos y otros aspectos relativos a su gestión y control.
El proyecto actual sólo recoge requisitos generales para la obtención de estas ayudas, entre los que se citan la incompatibilidad con alguna actividad laboral o ser demandante de empleo (estar inscrito en el SAE) y haber aprobado todas las materias del curso anterior. También se establece que los 6.000 euros se abonarán en mensualidades de 600 euros, desde septiembre hasta junio (los diez meses que dura el curso). Para la percepción de estas cantidades será obligatoria la asistencia al centro educativo y superar cada evaluación que se realice en el curso, lo que supone un severo control sobre la evolución del alumno.
Además, los solicitantes de esta beca no podrán obtener otro tipo de ayudas relacionadas con la enseñanza postobligatoria, como, por ejemplo, las del transporte escolar que también se recogen en el citado proyecto y que este año se han ampliado al Bachillerato.
El próximo curso los beneficiarios de estos 6.000 euros serán los que ingresen por primera vez a alguno de estos ciclos formativos. En 2010 la ayuda quedará establecida para los que continúen en segundo de Bachillerato o en el grado medio de FP.
El abandono escolar es uno de los principales problemas del sistema educativo andaluz. En la actualidad, un 35% del alumnado deja sus estudios tras la ESO, y sólo el 40% de los que se matriculan en las enseñanzas postobligatorias obtienen el graduado.
Los sindicatos de profesores han sido los primeros en reaccionar a este proyecto. FETE-UGT considera que debe establecerse un sistema similar a las becas universitarias, donde los apoyos económicos vayan en consonancia con la renta de cada familia, de manera que se ofrezcan incentivos por encima de los 6.000 euros e inferiores a esta cantidad.
Por su parte, la federación de enseñanza de CCOO considera que la coyuntura económica actual no es la "más idónea" para presentar esta medida y que las prioridades deben ser otras, como la ampliación de las plantillas en los centros educativos.
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