Memoria de Juanita Reina (II)

SU sobrina Lola Reina, sigue sus recuerdos: "En 1938, con tan sólo trece años, se las ingenia, para cantar en las funciones matinales que se daban en el teatro Cervantes, sita en la calle Amor de Dios, actualmente cine. Formaba parte del coro, que interpretaba la canción Las Espigadoras, de la zarzuela La Rosa del Azafrán. Atreviéndose a cantar en solitario, Salomé, por entonces unos de los éxitos de Pastora Imperio.

Mi abuelo Miguel, ignorante de su osadía, se entera y sin ella saberlo decide ir. Al verse sorprendida, le pide perdón a su padre, con la humildad que en ella era característica, alegando su ferviente deseo de cantar, para llegar a triunfar, y de esa forma ayudar a sus padres y hermanos. En su exitosa carrera, destacamos la valiosa figura de mi abuelo, Miguel Reina Miguez, hombre que sin ninguna experiencia teatral, supo con gran intuición alzar a lo más alto de la cúspide musical a una estrella.

Al quedar convencido de la valía y las aspiraciones de su hija, se entregó de lleno en conseguir los máximo para su triunfo. Después de pasar por diversas vicisitudes, pidió ayuda económica a un familiar, montando su primer espectáculo de variedades, Los Churumbeles, siendo ella primera figura. Ni que decir tiene que el éxito fue rotundo, pero aún quiso apostar más alto, por lo que contacto con el gran poeta Rafael de León, que junto a Quiroga, le escribieran temas inéditos para su hija y montar un nuevo espectáculo. Éste llegó en 1943, estrenando de Quintero, León y Quiroga, Solera de España -(Tabaco y Seda)-, sucediendo posteriormente otros con el mismo título, hasta completar seis. Así fue temporada, tras temporadas, cosechando grandiosos éxitos.... Rosa Espinosa en 1950, La Niña Valiente en 1951, El Puerto de los Amores en 1952... Siempre rodeada de lo mejor del momento, estrenó canciones que aún hoy se siguen cantando, como Francisco Alegre, Capote de Grana y Oro, Y Sin Embargo Te Quiero, Dolores la Golondrina, La Cinco Farolas, Yo Soy Esa, Madrina...y un largo etcétera.

Riqueza en vestuarios, decorados, músicos, bailarines, actores... A todos estos éxitos, se sumaba el estreno de películas, que fueron superándose años tras años, como La Blanca Paloma, Canelita en Rama, Macarena, de corte andaluz. También algunas basadas en hechos históricos, como Vendaval, Lola la Piconera. Una de las que ella se sentía más orgullosa de haberla rodado, era La Lola se va a los Puertos, con texto originales de los hermanos Machado y dirigida por Juan de Orduña. Así paso a paso y siempre de la mano de su padre, fue consiguiendo el sueño que quería, triunfar".