Menores inmigrantes durmiendo en comisaría

La Policía deja de trasladar a los menores a los centros de acogida, pero éstos tampoco tienen personal para recogerlos durante los fines de semana

Los adolescentes se pasan la jornada en la sede policial, sin comer y tirados en el suelo, custodiados por dos policías que han de retirarse del servicio en la calle

Dos menores durmiendo en el cuartel de Blas Infante.
Dos menores durmiendo en el cuartel de Blas Infante.

La Policía Nacional ha dejado de efectuar traslados de los menores extranjeros no acompañados (MENA) hasta los centros en los que se encuentran acogidos. Esta situación ha provocado que durante el fin de semana hayan estado durmiendo en algunas comisarías de Sevilla, en zonas no habilitadas para ellos, sin que hubiera previsto un plan de comidas y en unas condiciones nada idóneas para unos menores de edad.

Los menores no acompañados están viviendo en centros de acogida en régimen abierto, por lo que es habitual que salgan, sobre todo los fines de semana. Muchos de ellos suelen dirigirse a las comisarías para que sean los patrulleros los que se dediquen a trasladarlos de vuelta a las instalaciones en las que residen. Así se ha procedido durante meses, con las consiguientes quejas de los propios policías, que consideraban que estaban ejerciendo más de taxistas que de agentes de la autoridad.

En los últimos días el protocolo ha cambiado. La Jefatura Superior ha ordenado que, "bajo ningún concepto", se sigan haciendo estos traslados y que ha de ser el personal del centro el que acuda a las comisarías a recoger a los menores. Durante el fin de semana, no hay trabajadores disponibles en los centros ni vehículos para ello, con lo cual los chicos terminan pasando horas, y hasta días, en sedes policiales, tirados en el suelo y sin comer.

Este problema ha ocurrido este fin de semana en el cuartel de Blas Infante con dos menores que llegaron a las instalaciones para ser trasladados a su centro de residencia. Los menores se quedaron en la Jefatura desde la noche del sábado y durante todo el domingo.

Los dos menores, en la sede policial.
Los dos menores, en la sede policial. / M. G.

Los jóvenes estuvieron primero en una zona en la que se atienden a las víctimas de episodios de violencia de género. En el momento en que llegaron denunciantes a la comisaría, se encontraban con los dos menores tirados en el suelo, en una imagen impropia de una policía moderna. Así, los chicos fueron trasladados a otras dependencias para que no estuvieran a la vista del público. La única dependencia posible es una estancia previa al calabozo, lo que los agentes conocen como el precalabozo, por donde pasan todos los detenidos de la jornada.

Allí, a la vista de todos los delincuentes que pasaron por los calabozos, permanecieron todo el día los dos menores de edad, sin que se les diera una solución y bajo custodia de dos policías por turno, que tuvieron que ser retirados del servicio en la calle para permanecer junto a los menores. En ese mismo edificio tiene su sede precisamente la Brigada de Extranjería. La Fiscalía de Sevilla ya tiene conocimiento del problema, pero de momento no se ha tomado ninguna determinación para que no vuelvan a darse casos así.

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